Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — Durante una reunión mantenida con las autoridades del país asiático, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha expresado su preocupación por la precaria situación en la que se encuentra la minoría musulmana en Myanmar.
Aludiendo a la violencia de la que es objeto la comunidad musulmana Rohingya, el máximo titular de la ONU ha pedido a las autoridades de Naypyidaw que respeten los derechos humanos.
Asimismo, ha exigido a los servicios de seguridad birmanos que allanen el camino para que los musulmanes residentes en el estado de Rajine (oeste) puedan recibir ayuda humanitaria.
En referencia a los conflictos existentes en el país asiático, Ban ha asegurado que cualquier paso que se dé para mejorar la situación de los Rohingyas coadyuvará a "mantener el buen camino de la transición del país y enviar un mensaje positivo al mundo".
Myanmar, desde 2012, se ha visto sacudido por varias oleadas de violencia dirigidas contra los musulmanes que representan el 4 por ciento del total de la población de ese país. En estos conflictos, al menos 250 personas han muerto y unas 140 mil se han quedado sin hogar.
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