Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — El resultado de las conversaciones nucleares con el G5 + 1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), positivo o negativo, no tendrá un afecto significativo en la economía iraní.
Sin embargo, algunos buscan vincular los problemas económicos a las sanciones y, por tanto, promueven la idea de que si las conversaciones nucleares logran resultados positivos, el país se convertirá en un Estado ideal y si no funcionan, será el fin del mundo.
Aunque las sanciones están paralizando la economía, la mayoría de los problemas se derivan de la mala gestión. En caso de lograr un acuerdo nuclear global bajo el cual se levanten todas las sanciones, el ritmo de la recuperación económica se incrementaría en un 10 por ciento. Solamente a través de una gestión eficaz, el país puede neutralizar las crisis y mejorar la situación.
Una mirada a la historia del mundo moderno indica que la política de sanciones nunca ha sido un mecanismo eficaz para llevar a un país a un punto muerto, e Irán no es una excepción.
Por lo tanto, la nación persa no debe esperar un acuerdo nuclear final, sino que debe centrarse en los problemas internos.
El Gobierno del presidente Hasan Rohani asumió el mando en agosto de 2013, en momentos que las sanciones nucleares estaban en vigor. Sin embargo, tomó considerables medidas en el ámbito económico. El Gobierno, también, pudo disminuir la alta tasa de inflación de más de 40 por ciento a menos del 18 por ciento y registró un crecimiento económico positivo, después de dos años con una tasa negativa de Producto Bruto Interno (PIB). Todo esto se llevó a cabo debido a la disciplina financiera.
La profunda recesión que el país ha estado sufriendo en los últimos cinco años, fue causada debido a la mala gestión y se aprovecharon de las sanciones con el fin de encubrirla.
Ahora el Gobierno debe distanciarse de las exageraciones y se esfuerza en concretar su objetivo de estabilizar la economía.
La extensión de las conversaciones nucleares por otros siete meses muestra que ha comenzado el proceso de asentamiento y el éxito está muy cerca.
El país continuará sus políticas económicas actuales en este periodo. La extensión no es mala para la economía. Esto permitirá a Irán a acceder a una parte de sus activos congelados por un valor de 7 mil millones de dólares.
El muro de las sanciones, como afirma el presidente de Irán, ya se ha agrietado. Tanto Irán como el Sexteto, en particular los EE.UU., han llegado a la conclusión de que no hay otra manera más, que la reconciliación.
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