Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — En la isla de Sitra, noreste de Baréin, las fuerzas gubernamentales atacaron con gases lacrimógenos a los ciudadanos que se habían congregado para expresar su solidaridad con Yusef Badda que perdió, hace un mes, uno de sus ojos tras ser atacado por las fuerzas del régimen.
Badda resultó herido cuando se celebraba el aniversario de su hijo Ali, quien fue asesinado en 2011 a manos de la policía bareiní durante las marchas pacíficas antigubernamentales.
Por otro lado, las fuerzas del régimen de Al Jalifa atacaron ferozmente la madrugada de lunes numerosas viviendas particulares en diferentes regiones, como Karbabad, Barbar, Tashan y Sitra, todas ubicadas en la región norteña de ese territorio, y detuvieron a varias personas.
Entre las viviendas atacadas se encuentra la del secretario general del principal partido opositor, Al-Wifaq, el Sheii Husein al-Daihi.
Según informes locales, todos esos ataques han sido ilegales ya que las fuerzas de Al Jalifa carecían de orden judicial para entrar en esas casas; así que recurrieron a la fuerza y causaron graves daños a esas propiedades.
Estos ataques, añaden los informes, tienen lugar en el marco de un plan de Al Jalifa destinado a promover el miedo y el horror entre la población y, de esa manera, reprimirla por sus oposiciones a las políticas de la monarca.
Desde febrero de 2011, los bareiníes realizan manifestaciones contra los Al Jalifa, en el poder desde hace más de 40 años, para reclamar el fin del “monopolio del poder” ejercido por esta dinastía, además de abogar por un Gobierno constitucional y un poder judicial independiente.
Sin embargo, las fuerzas gubernamentales del pequeño país del Golfo Pérsico, respaldadas por efectivos saudíes, han reprimido esas movilizaciones.
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