Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — “La nación bareiní está harta de la actitud del embajador británico, y su nombre en todos los medios de comunicación es señal de desgracia y de perversidad, debe pedir disculpas a la nación bareiní por su imprudencia y dejar de lanzar declaraciones descaradas o bien, abandonar Baréin”, reza el comunicado emitido por ese movimiento.
Según esta nota, las declaraciones descaradas del embajador del Reino Unido y la continuación de sus mentiras sobre lo que está ocurriendo en Baréin es señal de su enemistad con la nación bareiní.
Asimismo, indica que los alegatos tontos del embajador británico sobre el buen desarrollo de los derechos humanos en Baréin es solo un “testimonio falso de una persona mentirosa y mercenaria”.
Ese desarrollo, agrega la Coalición, solo se percibe en el campo de matanza, opresión, tiranía contra ciudadanos, ataques contra viviendas, y torturas sistemáticas en las cárceles.
“Por medio de su embajador, el Gobierno del Reino Unido desempeña un papel perverso en impedir la entrada de un relator especial de las Naciones Unidas sobre tortura y el uso de armas prohibidas por el régimen de Al Jalifa para reprimir las marchas pacíficas del pueblo”, añade.
Últimamente, el embajador británico en Manama había defendido la situación de los derechos humanos en Baréin y considerado “socios de Daesh” a quienes se oponen al establecimiento de una base militar del Reino Unido en el territorio bareiní.
El pasado 5 de diciembre, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond, anunció el establecimiento de la primera base militar del país europeo en Oriente Medio, desde que completara su retirada de la región en 1971, en el puerto de Mina Salman, en Baréin.
Mientras la Cancillería bareiní alega que el establecimiento de la nueva base militar británica en Baréin tiene como meta aumentar la seguridad del país árabe y la región en las actuales circunstancias críticas de la zona, el pueblo ha manifestado su fuerte rechazo al respecto.
El principal partido opositor de Baréin, Al-Wifaq, el movimiento opositor “Coalición 14 de Febrero”, y el Centro de Derechos Humanos de Baréin destacan entre las comunidades que, junto al pueblo bareiní, han denunciado el “convenio negro” firmado entre Manama y Londres.
Desde febrero de 2011, los bareiníes realizan manifestaciones contra Al Jalifa, en el poder desde hace más de 40 años, para reclamar el fin del “monopolio de poder”, además de abogar por un Gobierno constitucional y un poder judicial independiente.
Sin embargo, las fuerzas gubernamentales del pequeño país del Golfo Pérsico, respaldadas por efectivos saudíes, han reprimido duramente esas movilizaciones.
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