De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), y según informaron las fuentes oficiales, diez miembros de las fuerzas de seguridad murieron después de que dos atacantes suicidas se inmolaran en una mezquita en la localidad de Al-Yuba, donde descansaba un grupo de soldados iraquíes.
Poco más tarde, los integrantes de Daesh abrieron fuego contra los efectivos provocando la muerte de 13 militares y 21 heridos.
El EIIL es responsable de esos ataques suicidas a la desesperada, en un intento por frenar los avances del Ejército iraquí y las fuerzas kurdas en varias partes del país árabe.
El martes, las fuerzas gubernamentales acabaron con la vida de Abu Salam al-Yamani, uno de los principales asesores del líder del Daesh, Ibrahim al-Samarrai, y con otros dos cabecillas del grupo terrorista en unas operaciones al norte de la ciudad de Baquba, capital de la provincia oriental de Diyala.
En un discurso televisado el martes con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, el primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, aseguró que su país derrotará en breve a Daesh y a otras bandas terroristas.
En los últimos meses, el Ejército iraquí, junto con los combatientes kurdos y fuerzas voluntarias, ha logrado causar estragos entre las filas de Daesh, grupo terrorista que se apoderó el pasado junio de algunas zonas del país, incluida Mosul, la segunda ciudad más grande iraquí.
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