De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), En los primeros días del ente sionista de Israel, la violencia sistemática y el terror era frecuente cuando los recién llegados colonos europeos chocaban con los indígenas árabes. Los resultados catastróficos de este improbable encuentro ha asumido de forma permanente a la región en un estado de conflicto eterno.
Pocos son conscientes de las raíces reales del terrorismo moderno-pionero y perfectamente coreografiado para atraer al máximo la atención internacional y la intimidación -por fundamentalistas judíos sionistas- de la organización terrorista derechista de Menahem Begin conocida como Irgun.
Sus objetivos: ciudadanos británicos, activos y negociantes en Palestina, y la propia población nativa palestina en sí.
EL TERROR DEL IRGUN: Campo de entrenamiento terrorista judío en 1947 (foto: Archivo del Instituto Jabotinsky en Israel)
Los terroristas judíos de la época también inventaron el concepto de los modernos atacantes suicidas, cuando en Jerusalén de 1946, una recluta fundamentalista judía, conocida como 'La chica de rojo', asesinó a 12 inocentes en el primer ataque terrorista suicida con bomba en el mundo.
Además de llevar a cabo atentados terroristas violentos, las mismas bandas judías realizaron varios crímenes organizados, brutalizando comunidades. Clare Hollingworth, corresponsal de The Daily Telegraph y The Scotsman en Jerusalén en 1948, informó sobre bandas terroristas judías mientras cumplía su misión en Jerusalén: “Irgún está, de hecho, convirtiéndose rápidamente en las 'SS' del nuevo Estado. También hay una fuerte 'Gestapo' -pero nadie sabe quién está en ellas”.
“Los comerciantes no tienen tanto miedo de los proyectiles como de las incursiones de la Irgun Zvai Leumi y de la Banda Stern. Estos jóvenes matones, que están más allá de cualquier ley han limpiado la mayoría de las casas particulares de las clases más ricas y comenzaron a acosar a los comerciantes”.
También colaboraron con algunos de los peores regímenes y movimientos en Europa. El periódico israelí, Ha’aretz, publicó una crónica de algo de esto en un estudio del columnista y historiador israelí Tom Segev sobre las unidades terroristas judías del Irgun: En el segundo semestre de 1940, algunos miembros del Irgun Zvai Leumi (Organización Militar Nacional)- el grupo terrorista anti-británico patrocinado por los revisionistas y conocidos por su acrónimo de Etzel, y para los británicos simplemente como el Irgun- hicieron contacto con los representantes de la Italia fascista, quienes les ofrecieron cooperar contra los británicos” [65]
Después de que bandas terroristas expulsaron a los británicos fuera de Palestina, y la población nativa palestina fue asesinada o expulsada de lo que las recién llegadas bandas terroristas judías europeas consideraban 'su Israel', los lideres terroristas como Begin, David Ben-Gurion, Yitzhak Shamir y otros, fueron elevados a posiciones de liderazgo nacional en Israel.
“Para el régimen israelí, la masacre periódica de los palestinos de Gaza es conocida como 'cortar el césped', una tarea que con frecuencia necesitan repetir. Pero esta violencia ha cansado a la conciencia del mundo, incluyendo objeciones morales de más y más judíos”, como la observada por el periodista estadounidense Lawrence Davidson.
Un rápido vistazo al siglo XXI, y vemos que esta región está aún plagada de conflictos, y la población nativa palestina que vive bajo el estricto régimen del Apartheid israelí, está siendo sometida a una sistemáticamente limpieza étnica, y en muchos casos, como hemos visto este verano pasado en el asedio del ejército israelí IDF en Gaza - sacrificandolos en masa.
La endurecida envoltura política que ha favorecido la interminable violencia y constante conflicto ha sido la misma desde el principio: el sionismo fundamentalista, la creencia radical de que Dios ha prometido a los judíos un Estado puramente judío en el Gran Israel, para ser tomado por cualquier medio.
Poster del IRGUN reclamando el Gran Israel/Eretz Israel
Sin embargo, hay un rayo de esperanza en el horizonte. Las generaciones más jóvenes en la entidad sionista de Israel ya no están enamorados de la mentalidad radical de sus predecesores, y no creen en el dogma fundamentalista del sionismo, y no apoyan la violencia sancionada por el Estado como lo hacían antes.
Pero las batallas políticas y sociales están lejos de terminar, especialmente en círculos occidentales...
Jalil Sahurie para ABNA
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