De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), Los manifestantes indignados por la brutalidad del régimen, han gritado consignas contra el régimen de Manama y han vuelto a jurar lealtad a los ideales de los mártires de la Revolución.
El funeral de Al-Said se ha tornado violento cuando las fuerzas bahreiníes se enfrentaron con los manifestantes, utilizando gases lacrimógenos para dispersarlos.
Al-Said que asistía en una marcha de protesta contra la detención del líder chií Ali Salman, secretario general del principal partido opositor Al-Wefaq, falleció el sábado tras ser asfixiado por gases tóxicos, un método usado por militares del régimen para acallar las voces disidentes.
El líder opositor shi’ah mediante un comunicado emitido en la jornada de hoy, ha instado a la población bahreiní a no mantener silencio ante las atrocidades del régimen de Al Jalifa y continuar los actos de protesta.
Salman está acusado por el régimen de Al Jalifa de promover un cambio político por medio de la fuerza, incitar de manera explícita al odio contra sectores específicos de la sociedad y al incumplimiento de la ley, así como de insultar al Ministerio del Interior.
Esta medida del régimen de Bahréin ha provocado una ola de condenas, tanto a nivel nacional como internacional. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y numerosos países y organismos pro derechos humanos, amén de repudiar las políticas represivas de Al Jalifa, han exigido la liberación inmediata de esta prominente figura política y religiosa del país árabe.
Desde febrero de 2011, los bahreiníes protagonizan manifestaciones casi diarias contra la monarquía Al Jalifa para reclamar, entre otros, el fin del “monopolio de poder” y la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
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