De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), Por su parte, un líder de los Huzi ha señalado que los combatientes de su movimiento solo están "protegiendo" el palacio presidencial para evitar que se saquen armas del mismo en los recientes disturbios.
De acuerdo con un funcionario gubernamental, Mansur Hadi, que se encuentra en su residencia, "está bien" y no corre ningún peligro.
Este martes, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha manifestado su preocupación por los nuevos enfrentamientos en Sanaa y ha llamado a un cese el fuego inmediato.
Entretanto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) tiene previsto abordar la situación actual en Yemen durante una reunión a puertas cerradas.
El origen de los nuevos disturbios en Saná, que durante la jornada del lunes se cobraron la vida de nueve personas, parece ser un proyecto de Constitución presentado por el Gobierno, que divide el país en seis regiones federales y que ha recibido el fuerte rechazo de Ansarolá.
Los Huzi califican la iniciativa, que contaría con el apoyo de Arabia Saudí, de contraria al acuerdo alcanzado en septiembre con el Gobierno bajo los auspicios de las Naciones Unidas, después de que el movimiento chií tomara la capital del país y forzara a la creación de un nuevo gobierno conforme a las demandas del pueblo.
El movimiento Huzi, que desempeñó un papel clave en la revolución popular en Yemen que obligó al exdictador Ali Abdolá Saleh a renunciar a su cargo en noviembre 2011, acusaba al Gobierno de Mansur Hadi de corrupción, mal manejo de la economía y de marginar a la comunidad shi’ah.
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