De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), Según informaron medios locales, las marchas solidarias con los presos políticos tuvieron lugar en Manama, la capital, y en todo el país árabe, que desde el pasado 28 de septiembre, cuando el prominente clérigo shi’ah fue arrestado, es escenario de similares protestas.
Los indignados bahreiníes, además de exigir la inmediata puesta en libertad del máximo líder opositor chií, corearon lemas contra el régimen de Al Jalifa, en el poder desde hace más de cuatro décadas.
Al recalcar que la detención de Salman no disuadirá al pueblo de que deje de insistir en sus derechos, los manifestantes pedían al unísono la caída del régimen monárquico y no electo de Al Jalifa.
Por su parte, centenares de policías utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes antigubernamentales en varias regiones del país árabe.
Desde febrero de 2011, los bahreiníes protagonizan manifestaciones casi diarias contra la monarquía Al Jalifa, en su mayoría convocadas por Al-Wefaq, para reclamar, entre otros, el fin del “monopolio del poder” y la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
Las tensiones en el pequeño país del Golfo Pérsico han aumentado desde el arresto del Sheij Ali Salman, acusado por Al Jalifa de promover un cambio político por medio de la fuerza, incitar de manera explícita al odio contra sectores específicos de la sociedad y al incumplimiento de la ley, así como de insultar al Ministerio del Interior.
Pese a que esta medida del régimen de Bahréin ha provocado una gran ola de condenas en la esfera internacional, las fuerzas militares del régimen gobernante recurren a la mano dura para sofocar las voces disidentes.
Todos los derechos pertenecen a la Asamblea Mundial de Ahlul Bait (P).