De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), El Imam Jamenei, con un estilo directo, ha apelado a la perspicacia juvenil, para cuyos fines les llama a emplear su intrínseco espíritu revolucionario y crítico, más allá de los intereses de los políticos que buscan criminalizar al Islam, quienes pretenden, además, desfigurar su rostro real, desprestigiándolo, para justificar sus propios errores, y así atribuirlos a esta religión divina.
La importancia de este bello mensaje, que si se lee con el corazón desprejuiciado, radica en que la verdad será siempre la triunfadora, por más que se trate de maquillar a esta religión como la más mala del mundo, habrá, en todo momento, un grado de sospecha sobre las razones que pesan en cuanto a esta presentación sospechosa occidental. Si los jóvenes indagan, qué dice el Islam en relación a los aspectos más básicos de una sociedad, entonces podrán descubrir una serie de factores que responderán a sus cuestionamientos existenciales, y las típicas preguntas filosóficas básicas. Entonces, ¿por qué se buscan asesinar la imagen del Islam en estos tiempos? Si las nuevas generaciones buscan las respuestas, por ejemplo, en la justicia social, encontrarán en el Islam una serie de orientaciones revolucionarias que podrán cambiar su estilo de vida, pensamiento e incluso los sistemas que no ofrecen vías válidas a las necesidades humanas.
Imam Jamenei también ha apuntado a la caída de la ex Unión Soviética como otro elemento que abrió las puertas a la fabricación de un nuevo enemigo para Occidente, tal como lo decretó Henry Kissinger en 1981. Junto con este edicto, no hay que olvidar que Estados Unidos creó, financió y armó a Al Qaeda, en el marco de su Guerra Fría con el comunismo. Dos fenómenos que van unidos, inseparablemente.
El líder de la Revolución Islámica de Irán mencionó, de igual forma, a la esclavitud moderna con la que se pretende someter a la juventud, buscando inundar en un mar de falsedades o dudas a las actuales generaciones, presentándoles una falsa imagen del Islam, para desviar su atención a este sistema integral de vida; esto mediante la política de infundirles miedo, fábulas acerca el Islam y la creación de un sistema mitológico que pervierta la real dimensión de las creencias de los musulmanes, mediante falsos musulmanes; los llamados extremismos, que son atribuidos por los políticos occidentales al mundo del Islam.
El líder hace especial hincapié en no confundirse con estos falsos musulmanes, para lo cual las potencias occidentales y el régimen sionista de Israel fabrican montajes de continuo, mediante campañas comunicacionales, en los que presentan como terroristas a los musulmanes, faceta que el Islam rechaza, por estar la violencia descartada de sus creencias, y no encontrarse el terrorismo ni el extremismo en el Islam, porque su mismo concepto rechaza esto, siendo la paz uno de los significados del mismo Islam.
Por: Manuel Arismendi Poblete. Periodista y analista chileno.
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