De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), Duros enfrentamientos se registraron la tarde de ayer sábado durante la movilización de manifestantes en las afueras de Manama, la capital.
El sábado, el Gobierno de Bahréin revocó la nacionalidad a 72 activistas disidentes, acusados de "perjudicar los intereses del reino".
Las fuerzas de seguridad del régimen Al Jalifa lanzaron gases lacrimógenos en un intento por dispersar a los opositores que pidieron también la liberación del secretario general del principal partido opositor, Al-Wefaq, el Sheij Ali Salman.
El arresto del pasado 28 de diciembre de Salman, acusado de “incitar al derrocamiento” del régimen de Al Jalifa, ha desembocado en la intensificación de una ola de críticas internacionales contra las detenciones políticas en Bahréin.
Mencionar que en la misma jornada del sábado dos agentes de la policía bahreiní resultaron heridos tras una explosión en el interior de una gasolinera al oeste de Manama.
El Ministerio del Interior bahreiní, sin referirse a las causas de la indignación del pueblo bahreiní, consideró el incidente un “ataque terrorista”.
Bahréin, aliado de Estados Unidos en el Oriente Medio, ha reprimido brutalmente las protestas populares que exigían reformas políticas, y que comenzaron el 14 de febrero de 2011.
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