De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), En mensajes divulgados por su cuenta de Twitter, el máximo líder opositor chií ha apuntado que no se olviden de su demanda principal que consiste en poder elegir el gobierno y el parlamento democrática y pacíficamente.
Debe ser “un parlamento que se encargue de definir reglas, que supervise sin obedecer a un especial consejo, y que sea elegido por medio de elecciones periódicas y basadas en la igualdad”, ha explicado.
En este sentido, ha solicitado a la nación bahreiní seguir con sus actividades y, cuidándose a sí misma, ser fieles al desarrollo pacífico de esas actividades y protejan las propiedades públicas y privadas.
Además, ha agradecido al pueblo bahreiní por sus marchas diarias desde su detención el pasado 28 de diciembre en demanda de su inmediata puesta en libertad.
“No encontré más que hermosura y gracias a Dios me siento tranquilo”, ha explicado para después afirmar que está agradecido por esa postura popular que ha sido mucho más de lo necesario.
En vísperas del aniversario del inicio del proceso revolucionario en Bahréin, iniciado el 14 de febrero de 2011, las fuerzas del régimen de Al Jalifa, con apoyo de elementos extranjeros, han establecido duras restricciones en la capitalina ciudad de Manama y otras ciudades del pequeño país del Golfo para impedir la marcha del pueblo prevista para el día 14 de febrero.
Como acostumbra, desde hace varios años, en estos días el régimen de Al Jalifa ha dado inicio a sus operaciones y detenciones para impedir la marcha del pueblo, el país está en su segundo día de huelga general y el pueblo sigue con sus manifestaciones pacíficas.
Desde febrero de 2011, los bahreiníes protagonizan manifestaciones casi diarias contra la monarquía Al Jalifa, para reclamar, entre otros, el fin del “monopolio de poder” y la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
En esta línea, el régimen de Al Jalifa impuso en marzo de 2011 la Ley de Seguridad Nacional, que dio lugar a la entrada de tropas saudíes y emiratíes para aplastar las manifestaciones.
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