De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA)De acuerdo con la fuente, el Ministerio bahreiní del Interior ha tomado esta decisión bajo el pretexto de que esas personas han perjudicado la seguridad nacional.
Desde 2013, la revocación de ciudadanía es uno de los métodos que el régimen de Al Jalifa utiliza para sofocar las protestas en las que los bahreiníes reclaman derechos como el fin del “monopolio de poder”, la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
Los bahreiníes salieron el domingo a las calles en Manama, capital, para exigir la liberación de todos los activistas políticos, entre ellos, el secretario general del principal partido opositor, Al-Wefaq, el Sheij Ali Salman.
De esta forma, desafiaron a la monarquía Al Jalifa, que no escatima ningún esfuerzo para reprimir cualquier marcha y que mantiene en sus cárceles a más de 4000 presos políticos, según el presidente del Centro de Derechos Humanos de Bahréin (BCHR, por sus siglas en inglés), Nabil Rayab.
La página Web ‘iaanews.com’ informó el pasado domingo de que el régimen de Al Jalifa hace uso de un nuevo tipo de armamento de fabricación británica, que contiene sustancias estupefacientes y gas venenoso de cianuro, contra los manifestantes.
El uso indebido de armas prohibidas y gas lacrimógeno por los militares de Al Jalifa para reprimir a los manifestantes han dejado hasta ahora decenas de víctimas mortales.
Todos los derechos pertenecen a la Asamblea Mundial de Ahlul Bait (P).