De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), Esta revelación recibida por nuestro corresponsal en Francia, Nidal Hémadé, ha sido desvelada por un ex miliciano sirio que fue miembro de la rama de Al Qaida en Siria, el Frente al Nusra, y luego del Daesh, antes de desertar.
Hémadé se reunió con él en Alemania, donde él vino para ofrecer un testimonio delante de un tribunal alemán que se ocupa de los crímenes contra las mujeres iraquíes yazidíes, secuestradas y reducidas a la esclavitud.
Vamos a derrocar al régimen sirio y combatir contra Hezbolá
Bajo la cobertura del anonimato, este joven de unos 30 años afirma haber conocido personalmente a Qahtani. Él mostró en su portátil decenas de fotos que tomó en las cuatro esquinas de Siria. Una de ellas lo muestra al lado de un hombre corpulento, herido en la mano, que él presenta como Abu Mariam al Qahtani.
Él aseguró haber asistido a su primera prédica al inicio de la crisis en 2011: “Nosotros queremos derrocar al régimen sirio y dirigirnos al Líbano para combatir contra Hezbolá”, señaló.
Siempre según el joven arrepentido sirio, originario de Homs, contrariamente a lo que se dice Qahtani no es iraquí sino sirio y originario de la provincia de Deir Ezzor. Sin embargo, él ha vivido en Iraq.
En una biografía que le fue consagrada por el periódico libanés As Safir, se indica que su verdadera identidad es la de Maisar al Yabburi, el cual se encuentra bajo el mandato de arresto por parte del Departamento de Estado desde 2012 por sus presuntos vínculos con ciertos atentados terrroristas en Iraq y porque forma parte de los dirigentes del Frente al Nusra.
Del Ejército iraquí, pasando por la policía de Bremer, hasta Al Qaida
Qahtani es el dirigente más importante del Frente al Nusra, a pesar de que Abu Mohammad al Yulani sea su número uno, porque fue él el que lanzó el yihad en el país del Levante, asegura el joven sirio.
Según As Safir, él viajó a Siria en 2010 después de haber huido de Iraq, donde creció y trabajó.
Durante el período del dictador Saddam Hussein, él fue soldado en el Ejército iraquí y más precisamente de las brigadas de los fedayyines de Saddam.
Después de la invasión norteamericana y la disolución del Ejército, señala As Safir, y tras algunos meses de estar en paro, Jabburi fue reclutado por el aparato de policía de la administración norteamericana en Iraq, liderada por Paul Bremer.
Mientras recorría las calles de la ciudad de Mosul como agente de policía, fue objeto de vigilancia por parte de los grupos armados. La milicia del dirigente de Al Qaida, Abu Mussaab al Zarkawi, amenazó con degollarle si no desertaba. Es entonces cuando se unió a sus filas y declaró su arrepentimiento.
Sin embargo, él no tardó en ser capturado y encarcelado durante varios años.
A su salida, fue designado por el Daesh en Iraq, una milicia de Al Qaida, como juez religioso. Luego se encargó de otras funciones como la coordinación con las tribus antes de ser arrestado por segunda vez y luego liberado en circunstancias extrañas que provocaron los recelos en el seno del Daesh.
El viaje a Siria: la promesa a los norteamericanos
En 2010 él huyó hacia Siria. Se trató de un año antes del desencadenamiento de la crisis siria.
Según la opinión del testigo del tribunal alemán, expresada a nuestro corresponsal, él se comprometió a luchar contra Irán y sus aliados y fue así como obtuvo su libertad.
Qahtani conoció en Siria a Yulani e incitó a éste a separarse de Abu Bakr al Bagdadi (el futuro líder del Daesh) y a unirse directamente al líder de Al Qaida, Aiman al Zawahiri.
El verdadero dirigente de Al Nusra y los vínculos sólidos con los saudíes
“Desde entonces, él se convirtió en el verdadero dirigente del Frente al Nusra gracias a la estatura imponente y a la influencia que ejercía sobre Yulani. Él ayudó a este último gracias a sus conocimientos de religión adquiridos en prisión a través de los religiosos que estaban presos con él, incluyendo Sheij al Mayyahi, gracias a su experiencia militar y de seguridad y gracias a sus vastos contactos con los religiosos saudíes”, señala As Safir, que cita entre ellos a Sheij Abdul Aziz al Tafiri, conocido por ser uno de los mayores defensores del Frente al Nusra dentro del establishment político saudí.
Desacuerdo con Yulani sobre el abandono de Al Qaida
Cabe señalar que Qahtani está en desacuerdo con Yulani sobre un punto esencial: él pretende ahora que el Frente al Nusra se disuelva en las otras facciones y se abstenga de mostrar su identidad qaidista. Sobre este punto, el jefe del Frente al Nusra acaba, sin embargo, de renovar su adhesión a Al Qaida, después de que una información de Reuters afirmara que Qatar estaba obrando con el fin de separarlos.
Qahtani acusa también a Yulani de estar detrás de la muerte de su asistente, Abu Issa Ibrahim, que fue entregado al Movimiento Hazm, que lo ejecutó. Esta ejecución fue tomada como pretexto para atacar a este último, apoyado por EEUU, y expulsarlo de la provincia de Idleb, en el noroeste de Siria.
De este modo, Qahtani es el fruto de una alianza entre los norteamericanos y los yihadistas wahabíes, vinculados al aparato saudí, algo que recuerda a la alianza entre británicos y wahabíes en los siglos XIX y XX.
Dicha alianza fue preparada de antemano para dañar al eje de la resistencia contra Israel.
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