De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), La única razón por la que los presos sufren torturas, represiones y penas sistematizadas es haber hecho demandas justas, y defendiendo los derechos del pueblo.
Por medio de comunicados, el Consejo de Ulemas de Bahréin, el Centro de Derechos Humanos de Bahréin (BCHR, por sus siglas en inglés), Americanos por la Democracia y los Derechos Humanos en Bahréin (ADHRB, en inglés) y el Instituto de Bahréin por los Derechos y la Democracia (BIRD, en inglés), han denunciado la situación de los presos en la cárcel de Jaw, cerca de Manama, capital de Bahréin.
“La única razón por la que los presos sufren torturas, represiones y penas sistematizadas es haber hecho demandas justas y defendido los derechos del pueblo”, explica la nota del Consejo de Ulemas de Bahréin, para después recalcar la necesidad del envío de un relator especial sobre tortura y preparar un informe relativo al caso.
Tras reiterar su solidaridad con los activistas detenidos por el régimen Al Jalifa, el comunicado subraya que la nación bahreiní ya ha demostrado su persistencia en lograr sus derechos, de manera que “la política de represión y tortura del pueblo, tanto en las prisiones como fuera de ellas, no podrá acabar con la voluntad de esa nación”.
El comunicado del Consejo de Ulemas de Bahréin tiene lugar después de que el pasado 10 de marzo, las fuerzas gubernamentales atacaron a las personas que trataban de visitar a sus familiares hacinados en la prisión de Jaw.
Las familias de las víctimas confirmaron fuertes enfrentamientos y ataques, que se registraron en las celdas donde se encuentran detenidos los activistas políticos y miembros de los grupos de la oposición.
Por su parte, BCHR, ADHRB y BIRD han condenado este lunes los ataques recurrentes y violentos ejercidos contra los reos en la prisión de Jaw, y han manifestado su preocupación por las “malas condiciones” en las que se encuentran los presos bareiníes, en especial los opositores al gobierno.
Como apunta el comunicado, las fotos filtradas de la cárcel de Jaw muestran condiciones insalubres y a pesar de que su capacidad solo permite el alojamiento de 450 personas alberga a unas 1000.
En este sentido, las mencionadas organizaciones llaman a “una investigación profunda sobre el ataque en la prisión de Jaw”, de manera que los responsables de esa brutalidad “rindan cuentas de sus actos”.
Además, piden el acceso de todos los miembros de las familias de los encarcelados a tener visitas programadas; el fin de las penas en grupo y abusos administrativos en cualquier forma; y que la prisión de Jaw proporcione un ambiente adecuado e higiénico para los presos que alberga.
Desde febrero de 2011, los bareiníes protagonizan manifestaciones casi diarias contra la monarquía Al Jalifa, para reclamar, entre otros, el fin del monopolio de poder y la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
En esta línea, el régimen de Al Jalifa impuso en marzo de 2011 la Ley de Seguridad Nacional, que dio lugar a la entrada de tropas saudíes y emiratíes para aplastar las manifestaciones, y hasta la fecha ha detenido a cientos de activistas políticos, entre ellos el principal líder opositor, secretario general de Al-Wefaq, el Sheij Ali Salman.
Todos los derechos pertenecen a la Asamblea Mundial de Ahlul Bait (P).