De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), Según la edición del viernes del diario británico The Independent, la denuncia fue presentada el jueves a Scotland Yard por varios activistas que acusan al príncipe Nasser bin Hamad al-Jalifa de estar involucrado en la tortura de prisioneros durante un levantamiento en pro de la democracia en 2011.
Se cree que el príncipe se aloja en un hotel en el centro de la capitalina ciudad de Londres, pues el jueves publicó un vídeo en el que aparece corriendo en Hyde Park, acompañado de un escuadrón de la Guardia Real de la Caballería.
La visita se produce después de que un tribunal británico le negará inmunidad diplomática en 2012, reabriendo así la posibilidad de su arresto, si vuelve al Reino Unido, en una resolución que Bahréin rechazó categóricamente.
La causa judicial contra el príncipe de Bahréin fue presentada por un sobreviviente de las torturas, identificado sólo como Defensores del Súbdito Exiliado (FF), y cuya identidad no ha sido revelada para protegerlo de nuevas persecuciones.
En una declaración oficial, la monarquía del Golfo consideró que el "FF" es un "intento mal dirigido, políticamente motivado y oportunista de utilizar incorrectamente el sistema legal británico".
No obstante, para consternación de los activistas, Scotland Yard precisó que no había pruebas suficientes para iniciar un procedimiento contra él. El Gobierno británico, por su parte, ha saludado la visita del aristócrata petrolero, señalando que es “bienvenido” en el Reino Unido.
Ahora los activistas esperan que la nueva información presentada anime a la policía a abrir una nueva investigación contra Nasser durante su instancia en Londres.
A su vez, el príncipe ha negado cualquier implicación en las torturas desde que se conoció el fallo de la corte el año pasado, y ha visitado el Reino Unido al menos en una ocasión, durante la cual se reunió con funcionarios de Defensa y el enviado del primer ministro británico, David Cameron, a Oriente Medio.
El régimen de Baréin, un aliado de Occidente en el Golfo Pérsico, ha reprimido brutalmente las protestas populares que comenzaron en febrero de 2011 para pedir reformas políticas, democráticas y el fin de la monarquía.
En marzo de 2011, este régimen árabe aprobó la Ley de Seguridad Nacional, medida legal que autorizó la entrada de tropas saudíes y emiratíes a Baréin para ayudar a las fuerzas de seguridad a reprimir las manifestaciones.
El príncipe Nasser es uno de los 12 hijos e hijas del rey de Baréin y una de las principales figuras en la sangrienta represión de protestas que exigían reformas políticas democráticas.
Es famoso por haber declarado en vivo en la televisión nacional de que “todos aquellos que reclaman la caída del régimen sólo obtendrán un muro cayendo sobre sus cabezas (…) Bahréin es una isla, y no hay a dónde escapar”.
Hamad al-Jalifa era el líder del Ministerio de la Juventud y Deportes en esa época, cuando más de 100 atletas fueron detenidos luego de su declaración. Los cargos contra los atletas arrestados iban desde el secuestro hasta el “robo de las gallinas del rey,” como tuiteó el periodista Faisal Hayyat.
También fue acusado por destacados disidentes de haber participado de manera directa en su tortura. Una comisión especial en 2011 descubrió que Bahréin torturó y maltrató a opositores al régimen de Al-Jalifa.
Los activistas en Bahréin esperan que la decisión se extienda a otros países para responsabilizar a Nasser por sus crímenes. Nasser, un apasionado jinete, viaja a Europa a menudo para participar en carreras de resistencia.