De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), La Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq, foro aglutinador de las agrupaciones opositoras shiítas en este régimen árabe, se unió al reclamo del Centro Bahréin para los Derechos Humanos (CBDH), ente que dirige el activista de 51 años y que estaba en libertad bajo fianza.
Según voceros, ambas organizaciones recabaron solidaridad de entidades defensoras de los derechos humanos en el mundo árabe y a nivel internacional para que presionen a la dinastía Al-Jalifa a fin de liberar a Rayab.
La Dirección General de Anticorrupción y Seguridad Económica y Electrónica anunció ayer que agentes policiales detuvieron a Rayab y le imputaron cargos de colocar en redes sociales de internet información considerada una exhortación a la subversión y difamación de instituciones gubernamentales.
Mientras el Gobierno aseguró que el arresto se llevó a cabo en "estricto apego al debido proceso bajo la ley bahreiní" y prometió divulgar más detalles de las causas, los seguidores de Al-Wefaq y del CBDH denunciaron una campaña de hostigamiento contra el activista, que estaba en libertad bajo fianza.
El CBDH consideró la detención una violación de los derechos humanos y demandó revocar los cargos contra su líder, que había sido condenado en enero pasado a seis meses de cárcel por colocar en la red Twitter comentarios críticos del régimen Al-Jalifa, representado por la minoría sunnita del país.
Tras la sentencia, Rayab quedó en libertad bajo fianza a espera de una apelación fijada para el 15 de abril, pero en esta ocasión el Gobierno se consideró difamado por sus tweets sobre la famosa prisión Jaw y denunciar que muchos reclusos, todos opositores políticos, fueron torturados.
En un video en Youtube, el opositor dijo ser víctima de "un intento de las autoridades por despojarme de mi derecho a la libre expresión", en alusión a sus denuncias de abusos contra adversarios shiítas y la represión que sufren desde el estallido de las revueltas populares de febrero de 2011.