De acuerdo a la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), La construcción de un décimo estacionamiento en el circuito internacional Bahréin para 950 automóviles en un área de 200 mil metros cuadrados, destaca entre las labores iniciadas por el ministerio de Obras Públicas, Asuntos Municipales y Planificación Urbana del régimen monárquico.
Los sectores de sanidad y carreteras inspeccionaron arterias de elevada circulación vial y redes de alcantarillado, además de dar mantenimiento preventivo a ambas infraestructuras y garantizar servicios.
Para el Grand Prix de Fórmula 1, que se disputará los días 17, 18 y 19 de abril, las autoridades también repararon autopistas y otras carreteras importantes, desde las principales vías de acceso al país hasta las del circuito internacional en Manama.
El referido ministerio arregló las barreras de seguridad a lo largo de esas arterias, pintó señalizaciones de tráfico y el pavimento, limpió otros indicadores lumínicos y reemplazó los dañados, además de prometer instalar seis generadores ante previsibles cortes de electricidad.
La Aduana General aseveró que no escatima esfuerzos para el evento anual en lo relativo a asegurar el flujo adecuado de aficionados y competidores, y la emisión ágil de visados, incluso con entradas múltiples a los segundos por dos semanas (del 5 al 19 de abril).
Grupos opositores afiliados al Partido Islámico Al-Wefaq criticaron, al igual que hicieron en los últimos años, la realización del certamen y acusaron a la dinastía Al-Jalifa de querer desviar la atención del convulso ambiente político en esta nación del golfo Pérsico.
Incluso, anunciaron que aprovecharán la competición para denunciar al mundo la represión gubernamental contra la mayoritaria población shiíta y exigir la liberación de los revolucionarios encarcelados, incluido el líder de Al-Wefaq, Sheij Ali Salman, y el activista pro derechos humanos Nabil Rayab.