Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – Barakat fue trasladado al Hospital Internacional Al Nozha para ser examinado tras el atentado, en el que resultaron heridos dos escoltas del fiscal y un civil. Las fuentes del hospital han explicado que Barakat había sido sometido a una intervención quirúrgica debido a una hemorragia interna.
La bomba estaba colocada dentro de un coche aparcado en la avenida Emar ben Yaser, en el barrio de Masr al Gedida y junto a la Academia Militar.
El asistente del fiscal, Zakaria Abdelaziz Ozman, dijo en declaraciones a la agencia oficial Mena que Barakat sufrió "un intento de asesinato".
Ozman detalló que el fiscal había salido de su vivienda para dirigirse a su puesto de trabajo cuando un coche detonó de manera repentina cerca del convoy.
Tras el atentado, que causó además el incendio de dos vehículos, efectivos de la Defensa Civil y artificieros se desplazaron a la zona para determinar si hay otros artefactos explosivos.
Las fuerzas de la Policía militar cerraron al tráfico la avenida Emar ben Yaser y cercaron el área.
Los atentados terroristas han aumentado en Egipto desde el derrocamiento militar en julio de 2013 del entonces presidente, el islamista Mohamed Mursi.
El blanco de estos ataques han sido principalmente los miembros del Ejército y la Policía egipcias, aunque recientemente se han incrementado las amenazas contra el poder judicial, que ha dictado cientos de condenas de muerte y de cárcel contra dirigentes y simpatizantes de grupos islamistas.
A mediados de mayo, tres jueces murieron en un ataque contra el minibús en el que viajaban en la ciudad de Al Arish, en el norte de la península del Sinaí.
Pocos días después, el grupo yihadista egipcio Wilaya Sina (Provincia del Sinaí), que juró lealtad al DAESH, amenazó con vengarse de los jueces que han condenado a muerte a los islamistas.
Wilaya Sina, que ha asumido los atentados más sangrientos de los últimos meses, afirmó que esos fallos "fueron pronunciados por tiranos que se denominan jueces".
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