LONDRES. (ABNA) —De acuerdo con varios documentos, la principal razón por la que Londres se abstuvo de intervenir fue que una firma británica estaba suministrando los elementos necesarios para fabricar armas químicas.
Otro factor relevante es que la empresa británica Weir Group ha suministrado, al parecer, bombas a la fábrica Samarra, con la impresión de que serían empleadas en la fabricación de pesticidas”, agrega el archivo.
En el archivo secreto de 1983, titulado 'Fabricación de armas químicas en Irak', los diplomáticos advierten al Gobierno de Londres sobre cualquier acción en contra de este país. “Hay que tener cuidado, ya que incluso nuestro propio uso de gases lacrimógenos (un especie de arma química) no ha escapado a la crítica. (Los rusos afirman que el uso de armas químicas en Irlanda del Norte por parte de Londres violó el Protocolo de Ginebra)”.
“Otro factor relevante es que la empresa británica Weir Group ha suministrado, al parecer, bombas a la fábrica Samarra, con la impresión de que serían empleadas en la fabricación de pesticidas”, agrega el archivo.
El lunes se cumplieron 28 años (el 29 de junio de 1987) del bombardeo químico contra la ciudad de Sardasht, noroeste de Irán, perpetrado por el régimen del ejecutado dictador iraquí Saddam Hussein. El horrendo incidente es considerado uno de los peores ataques químicos de la historia, que costó la vida de 113 civiles y dejó más de 5000 heridos.
Durante ocho años de agresión a Irán (1980-88), Irak contó con el firme apoyo de EE.UU., el Reino Unido y otras potencias regionales e internacionales. El país dispuso de préstamos, equipos militares e imágenes satelitales. Irak, también, utilizó armas químicas letales, como el gas mostaza, tanto contra Irán como contra los kurdos iraquíes que apoyaban Irán.
Unos 190.000 iraníes murieron en la guerra y muchos más se vieron afectados por las armas químicas utilizadas por el régimen de Saddam.
El 28 de junio, el vicecanciller iraní para Asuntos Consulares, Parlamentarios y Migratorios, Hasan Qashqavi, anunció que “400 compañías extranjeras habían cooperado con el régimen baasista iraquí en la preparación de materiales necesarios para las bombas químicas”.
Mientras tanto, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) publicó unos documentos desclasificados hace dos años que muestran que el Gobierno estadounidense fue cómplice de dichos ataques químicos mortales.
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