Según la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (P) (ABNA) – El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se esfuerza en demostrar que el país no tiene posibilidades de aumentar el gasto público.
Por ello en la Comisión Mixta de Presupuestos del Congreso argumentó que no se puede pensar en utilizar, por ejemplo, los fondos soberanos, que son ahorros fiscales en el exterior originados en lo fundamental por la situación favorable producida durante años en la cotización del cobre, debido a que la deuda pública es aún más alta.
Sin embargo, la posición financiera del país, al tener un déficit bajo, es una de las mejores a nivel mundial.
¿Qué haría una empresa si cuenta con ahorros y pueda financiarse en el sistema bancario? ¿Restringiría sus planes de inversión? Sin duda que no.
El planteamiento ministerial pone énfasis en cerrar cualquier argumento para una política diferente.
Ello cuando un gran tema es enfrentar el bajo nivel de la demanda interna y tener una política activa de inversión pública que contribuya a arrastrar la privada.
Más aún, cuando otras estimaciones e informaciones conocidas posteriormente a la exposición en la Comisión Mixta de Presupuestos ponen en duda, considerando un ritmo menor, que la actividad crezca en el año al 2,5% estimado por Hacienda.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, para respaldar su afirmación de que la política fiscal ya efectuó su trabajo, que el crecimiento futuro del gasto debe efectuarse "a tasas más moderadas" priorizando su utilización y que se haría la reducción del déficit estructural en forma gradual (1), en su intervención ante la comisión mixta de Presupuestos del Congreso, buscó disuadir cualquier afirmación que se efectúe propiciando el uso de recursos con que cuenta el Tesoro Público. "Aunque los activos en los fondos soberanos parezcan altos –recalcó-, hoy tenemos niveles de deuda pública mucho más altos" (18/07/15). De ello se deduce que no es posible utilizarlos, independientemente del destino para el que se empleen.
La magnitud actual de los fondos soberanos ya recuperó la utilización de ellos realizada a fines de la década pasada para enfrentar la recesión económica. Los recursos se originaron fundamentalmente por excedentes fiscales provenientes del cobre.
En verdad los activos de los fondos soberanos –el llamado Fondo de Estabilización Económico y Social (FEES) y el Fondo de Reserva Previsional (FRP)- son elevados. Sumaban al finalizar el año pasado US$22.633 millones, equivalente al 9,3% del PIB. De ellos, uno de los fondos, el FRP, tiene un fin específico: utilizarse con fines previsionales. Está destinado a financiar una función social importante. Es un gasto que crece por el mecanismo de las administradoras de fondos de pensiones, que desde el ángulo fiscal también es necesario ponerle fin. "(...) el Estado -escribió Manuel Riesco- paga directamente el doble de beneficios previsionales que las AFP y financia en dinero efectivo más del 80% de todas las pensiones pagadas, incluyendo tres cuartas partes de todas las pensiones que ha pagado el sistema de AFP desde su creación. Todo ello sin considerar las pensiones militares" (2). Por ello también que es necesario reemplazar el mecanismo de las AFP, no solo por la exigencia en tal sentido efectuada por los bajos beneficios que proporciona a los imponentes. El FEES no está vinculado a un gasto futuro y contaba en diciembre con US$14.689 millones, disminuyendo en mayo a US$14.487,4 millones, mucho más de lo estimado que entrará anualmente en régimen con la reforma tributaria. La magnitud actual de los fondos soberanos ya recuperó la utilización de ellos realizada a fines de la década pasada para enfrentar la recesión económica. Los recursos se originaron fundamentalmente por excedentes fiscales provenientes del cobre.
El total de activos del Tesoro Público al cierre del ejercicio 2014 era aún mayor, llegando a US$31.159 millones, ya que se debe añadir el Fondo para la Educación (US$3.740 millones) y otros activos en poder del Tesoro (US$ 4.787 millones). Sin duda, es una suma importante. Su ritmo de crecimiento se frenó debido, ante todo, al término del superciclo en el precio del cobre, que se inició en 2014 y alcanzó su punto más alto en 2011, cuando registró una cotización promedio anual de US$3,99. La proyección de Hacienda para este año es de US$2,75, bastante inferior a la que se efectuó cuando se elaboró el presupuesto. En 2014 los recursos del Tesoro Público solo aumentaron en US$1.041 millones, pasando del 11,5% al 12,9% del PIB.
Activos del Tesoro Público al cierre de 2014
(Fuente: Dipres. En millones de dólares y porcentaje del PIB)
Activos del Tesoro Público Monto %
Fondos soberanos 22.633 9,3
-FEES 14.689 6,1
-FRP 7.944 3,3
Otros activos 4.787 2,0
Fondo para la educación 3.740 1,5
Total 31.159 12,9
La deuda pública/PIB es la segunda más baja de la OCDE después de Estonia.
Ahora bien, la deuda bruta total al 31 de diciembre de 2014 ascendió a US$36.587 millones un 15,1% del PIB. En consecuencia se registró una posición financiera neta (PFN) negativa de 2,2%, que este año volverá a crecer. "Hacia el año 2007 –expresó Rodrigo Valdés, para subrayar el cambio- teníamos una posición financiera positiva de más de diez puntos del PIB, hoy día estamos proyectando que vamos a terminar el año (2015) con algo así como -6%". Pretendiendo así mostrar la existencia de un cuadro negativo y propiciar como objetivo volver a un escenario de superávit en la PFN. Debe considerarse, al mismo tiempo –como escribió Gonzalo Martner- que "la deuda neta, gracias a las reservas fiscales acumuladas (...) es en realidad una acreencia neta de 4,4% del PIB a diciembre de 2014. Los activos netos del gobierno central/PIB –agregó- son hoy mucho mayores que en 1990-2005. La deuda pública/PIB es la segunda más baja de la OCDE después de Estonia. Sería un grave error para el crecimiento y el empleo –concluyó- que el gobierno abandone la política fiscal contracíclica". Se requiere –enfatizó- de "autoridades que sean activas en señalar y sostener un camino de recuperación en vez de ensombrecer inútilmente el panorama" (23/07/15).
Si existe un excedente y este se encuentra colocado en el exterior, como acontece con los fondos soberanos, son recursos generados por Chile utilizados en otros países. Al contrario un saldo negativo si es bien empleado significa que recursos externos se están incorporando a la economía nacional. Es lo mismo que acontece con los superávit o déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Lo conveniente en una economía como la chilena es un saldo en contra de esta cuenta de un monto manejable que permita la utilización de recursos externos en el país. En Chile, su porcentaje negativo se está reduciendo rápidamente. En 2013 fue de 3,7% del PIB, en 2014 disminuyó a 1,2% del PIB y el Banco Central en su informe de política monetaria proyectó que en 2015 llegará a solo -0,4% del PIB. Ello significa que se está utilizando menos recursos externos, lo cual desde luego incide en un crecimiento menor. Obviamente, la utilidad se produce si la PFN se emplea adecuadamente ya sea con fines coyunturales o de largo plazo.
Chile históricamente registra posiciones financieras netas del gobierno central negativas, que alcanzaron porcentajes muy elevados. En 1990, llegó a un 40,6% del PIB.
Chile históricamente registra posiciones financieras netas del gobierno central negativas, que alcanzaron porcentajes muy elevados. En 1990, llegó a un 40,6% del PIB. El porcentaje se redujo cuando el fisco comenzó a generar excedentes en sus cuentas fiscales que colocó en el exterior, contando con fondos soberanos. El alto precio del cobre permitió incrementar esos excedentes, permitiendo ello que se utilizasen para la recesión en 2008-2009 y la PFN se mantuviese a pesar de ello positiva. Los saldos negativos se iniciaron en 2012, cuando fue de un 0,4% del PIB, en un momento que la economía mantenía todavía un ritmo de crecimiento alto, gracias fundamentalmente a "vientos externos" positivos. Para subir en 2013 a 1,3% y el año pasado a 2,2%, cuando el cuadro externo se modificó.
¿Pues bien es preocupante el nivel negativo de la PFN? De ninguna manera, la posición de Chile es una de las mejores a nivel mundial. "Por mucho que ya llevamos tres años seguidos de déficit fiscal y más tiempo con déficit estructural –constató Alejandro Fernández, economista de Gémines, que es crítico de la utilización de los saldos negativos como mecanismo de política -, la verdad es que la situación fiscal de Chile es todavía una de las mejores del mundo. Todavía –añadió- la deuda pública es muy baja, tanto en términos brutos como netos (...). Desde ese punto de vista –concluyó-, no hay razones para preocuparse mucho" (18/07/15).
Las formulaciones efectuadas por el ministro Valdés orientadas a justificar la reducción en el crecimiento del gasto público y dar por agotadas las políticas fiscales son aún más preocupantes cuando diferentes señales conocidas después de su exposición ante la Comisión Mixta de Presupuestos llevan a la conclusión de que no se lograría su estimación anual de crecimiento del PIB de 2,5%. La Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central, efectuada a 61 académicos, consultores y ejecutivos de instituciones financieras, redujeron su proyección a 2,3%, en vez del 2,6% de la estimación de Hacienda. Así el promedio del bienio 2014-2015 sería de solo 2,2%. Desde 1990 únicamente se tienen niveles inferiores durante la crisis del sudeste asiático (-0,5%) y la Gran Recesión (-1,0%).
La reducción de las adquisiciones en el exterior son una consecuencia ante todo del bajo nivel de la demanda interna y de la devaluación del peso que incrementa el precio de los productos importados en moneda nacional.
Eso sí debió adelantar que cuando se discuta la ley de Presupuestos enviará un nuevo decreto para informar de la trayectoria del compromiso fiscal durante el período de gobierno. El "compromiso fiscal", es una declaración que debe efectuarse en los primeros meses de una administración señalando la política que se seguirá en este terreno durante ella. Obligación absurda ya que se hace suponiendo un determinado curso de la actividad económica, la cual como ocurre en esta oportunidad puede no darse. Por ello, el ministro Valdés se declaró partidario de efectuar evaluaciones de las metas "año a año. (...) a un ritmo que sea coherente con la situación macroeconómica (...)" (25/07/15).
Los ejemplos negativos se multiplican. Un informe de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile (Camport) con cifras del trimestre móvil febrero-abril señaló que el promedio mensual transferido en el comercio exterior fue únicamente de 8,84 millones de toneladas de carga, lo cual significa una reducción de 15% comparado con iguales meses del año anterior, la más baja en doce lapsos móviles similares. Jorge Marshall, presidente de Camport, estimó que "el resto del año son de un crecimiento agregado cercano a cero, por la baja en las importaciones y el lento dinamismo de las exportaciones" (18/07/15). La reducción de las adquisiciones en el exterior son una consecuencia ante todo del bajo nivel de la demanda interna y de la devaluación del peso que incrementa el precio de los productos importados en moneda nacional.
El tema fundamental es el papel a desempeñar por las políticas fiscales, no consideradas por el ministro Valdés, que debe tener presente el curso seguido por el ciclo económico. El de Chile actualmente es de un crecimiento lento, influido en alto porcentaje por factores externos, pero también por internos que es necesario revertir, entre ellos el bajo nivel de consumo en los hogares, que muestra el sentido negativo de las formulaciones en contra de la reforma laboral. Si se parte de la base que el gran problema actual de la economía nacional es el bajo nivel de la demanda interna, que Rodrigo Valdés considera que en el año crecerá solo 2%, es útil un déficit fiscal y un aumento de la deuda pública si se emplean para modificar este estado de cosas. "Nos falta –comentó Ricardo Ffrench Davis, premio nacional de Ciencias Sociales- demanda pública y privada. Pero nunca –recalcó- es la privada la que parte oportunamente, sino la pública" (16/07/15). Esta se moverá adoptando medidas para que ello acontezca, lo cual exige decisiones políticas.
Por Hugo Fazio
1) Véase, Carta Económica 12/07/15.
2) Manuel Riesco, Nueva Previsión. Para restituir el derecho a pensiones dignas en Chile. Cenda 2014, pág. 156.
Carta Económica Semanal, julio 26 de 2015
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