Según la Agencia de Noticias Ahlul Bait (P) ABNA - Estamos consternados por el destino de las víctimas de DAESH en París, al igual que lo estamos por las ochocientas personas inocentes asesinadas a tiros o quemadas vivas en un mismo día en Rabaa y Nahda (Egipto), por los más de setecientos miembros de la tribu siria de al-Shuaytat que DAESH decapitó durante tres días de 2014, y por los muertos a balazos y crucificados de Deir ez-Zor (Siria) este año. Nos indigna igualmente el asesinato de más de 40 personas cometido por DAESH en Beirut justo dos días antes del atentado de París, como nos indignan también los asesinatos a manos del régimen del apartheid sionista de Israel y de otros actores que masacran mediante jets, drones y helicópteros.
Horas después de la terrible masacre de París, algún individuo o alguna organización ha quemado un campamento de refugiados en Calais, Francia. Denunciamos cualquier ataque contra los refugiados, muchos de los cuales huyen asimismo de los asesinos de DAESH. Instamos a que nuestra justificada indignación se dirija hacia quienes son los verdaderos responsables directos e indirectos de todos estos terribles. Lo que hay que hay que decir es que el abyecto ideario de DAESH se deriva directamente de la secta religiosa wahabí que promueve la familia Saud en el país en que gobierna y al que llama con su propio nombre: Arabia Saudí. Los gobiernos de Estados Unidos son quienes han dado legitimidad a esta familia al considerarla como una aliada. Son los gobiernos de Estados Unidos los que venden armas y protegen a la monarquía saudí de toda sanción y castigo.
El odio de DAESH contra contra otras interpretaciones del Islam que no piensen como ellos es similar al que se enseña y se predica en las madrasas saudíes y en las escuelas coránicas financiadas por Arabia Saudí en todo el mundo. Las abominables prácticas de DAESH contra las mujeres y sus sanguinarios castigos son los mismos que practica el régimen saudí.
Stanley Heller, miembro del Middle East Crisis Committee, ha señalado que “[una medida importante que el gobierno de Estados Unidos podría tomar para detener el terrorismo de DAESH sería suspender todas las ventas de armamento a Arabia Saudí [1] y exigir a quienes gobiernan ese país que castigue duramente a cualquiera de sus ciudadanos o residentes que financien a al-Qaeda o a DAESH, o a quienes se unan a sus filas”. Y añade: “Como ciudadanos hacemos un llamamiento a todas las entidades para que lleven a cabo acciones directas, a que se nieguen a aceptar el dinero del gobierno saudí y a que se pronuncien en contra de atrocidades tales como la agresión saudí contra Yemen, la sentencia de los mil latigazos contra el defensor de los derechos humanos Raif Badawi y la sentencia de ejecución y crucifixión contra el Ayatulá Nimr al-Nimr”.
Medea Benjamin, de Code Pink, afirma: “Es importante condenar explícitamente los asesinatos terroristas de Francia pero eso no es suficiente. El gobierno de Estados Unidos debe romper con la misma monarquía intolerante y asesina que ha engendrado a al-Qaeda y a DAESH. Y hacemos un llamamiento a todas las instituciones que reciben financiación de Arabia Saudí –desde grupos de think-tank, a universidades pasando por ONG y empresas de Relaciones Públicas– para que dejen de aceptar fondos saudíes. Romper con el régimen saudí es una acción concreta y no violenta que podemos ejercer para detener la propagación del extremismo y hacer del mundo un lugar más seguro”.
Paul Shannon, miembro del American Friends Service Committee, señala que “Esperamos que la respuesta occidental a este acto criminal no sean más bombardeos contra bodas y hospitales en Yemen, Siria, Iraq y Afganistán. Una primera iniciativa eficaz para hacer frente a este crimen sería que Estados Unidos, Francia y Occidente retirasen su apoyo a Arabia Saudí y acabaran con el sustancial suministro de armas a los saudíes y a otras monarquías del Golfo cuyas familias reales han sido responsables de la difusión de la ideología extremista yihadista en toda la región”.
1. El Pentágono anunciaba el lunes pasado, 16 de noviembre, que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha aprobado una venta de armamento a Arabia Saudí por valor de 1.29 mil millones de dólares. Véase: “Despite Atrocities, US Approves $1.29 Billion Deal to Re-Arm Saudi Arabia”. [N. de T.]
La Coalición por el Fin de la Alianza entre Estados Unidos y Arabia Saudí se fundó en la primavera de 2015. Su página web es http://www.saudius.org/. Está integrada por el Institute for Gulf Affairs, the Middle East Crisis Committee, Code Pink, Massachusetts Peace Action and the United National Anti-War Coalition.
Artículo original End the US-Saudi Alliance
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