Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – Los mencionados legisladores bahreiníes presentaron el martes una propuesta al presidente del Parlamento de Bahréin, Ahmad Ibrahim Rashed al-Mola, con el fin de presionar a la dinastía de los Al Jalifa para que reconozca a los secesionistas de Ahwaz, capital de la provincia iraní de Juzestán.
Un portal de noticias bahreiní de oposición, Meraat al-Baréin, ha anunciado este miércoles que la propuesta requiere mayor apoyo financiero y espiritual de Manama a dicho grupo, con el fin de que este aumente su actividad en el suroeste de Irán.
A la vez, se reclama de los estados árabes del Golfo Pérsico que redoblen sus intentos por el reconocimiento de la provincia suroccidental iraní de Juzestán —que alberga una importante población de árabes— como un “país independiente”.
Los proponentes pretenden que la “ocupación de Ahwaz” (capital de Juzestán) por parte de Irán ha dado lugar a la “ocupación” de las tres islas Abu Musa, Tonb Mayor y Tonb Menor, en el Golfo Pérsico.
Esto se produce pese a que Irán ha asegurado en reiteradas ocasiones que la reiteración de falsedades sobre la soberanía del mencionado triple archipiélago persa no cambiará la realidad histórica del derecho soberano y legítimo que tiene Irán sobre las tres islas.
Por otra parte, los grupos terroristas que afirman estar defendiendo a los árabes iraníes se han atribuido la responsabilidad de una serie de ataques contra civiles. Entre ellos, un atentado en Ahwaz en abril de 2005 que acabó con la vida de seis personas, además de dejar heridas a otras 90.
Las reclamaciones territoriales se enmarcan en las medidas adoptadas recientemente por Manama para culpar a Teherán del levantamiento popular del que es escenario Bahréin desde marzo de 2011.
Los ciudadanos bahreiníes toman las calles del país a diario para pedir un cambio en el sistema político del reino. Sin embargo, el régimen de los Al Jalifa los presiona, llegando a matar a su propio pueblo para acallar las voces opositoras.
Al mismo tiempo, el régimen incrementa la presión sobre la población chií, mayoritaria en Bahréin, y sigue deteniendo a líderes shiítas, además de acusar a Irán de respaldar a esta población. Irán, por su parte, rechaza tales afirmaciones y reclama a Manama que respete las reivindicaciones populares de cambio y reforma.
Varias organizaciones internacionales pro derechos humanos, como Amnistía Internacional (AI), el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) y Reporteros Sin Fronteras, denuncian la brutalidad ejercida por el régimen bahreiní contra su propio pueblo.
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