Según la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) - “Es una reunión histórica”, dijo el presidente de Chipre, Nikos Anastasiades, tras el encuentro con el primer ministro del régimen sionista israelí, Benjamín Netanyahu, y el griego Alexis Tsipras.
“Esta cooperación busca la 'paz' y 'estabilidad' y no está dirigida contra nadie”, insistió Anastasiades. Se refería sin decirlo a Turquía, con quien Chipre está duramente enfrentada por el control territorial del norte de la isla y con quien Israel se ha distanciado en los últimos años.
Tsipras llegó al ente sionista de Israel acompañado de por seis de sus ministros, en una visita de máxima jerarquía diplomática.
Grecia, Israel y Chipre se proponen avanzar en un mega proyecto energético, con la construcción de gasoductos hacia Europa por vía submarina. La vía terrestre más rápida hacia Europa sería a través de Turquía, pero Israel se propone evitarla y llevar gas a Europa.
Junto con este mega proyecto energético, el gobierno griego ofreció a Israel utilizar su espacio aéreo para zona de entrenamiento de su aviación. A cambio, Israel proporcionará actualización tecnológica militar para el ejército y la aviación griega.
En Julio del 2015 Grecia e Israel ya habían alcanzado un acuerdo de cooperación en temas militares y de seguridad, promocionado por el ministro de defensa de Grecia, el nacionalista Panos Kammenos y varios ministros de Syriza.
El gobierno de izquierda griego abandona el reclamo del pueblo palestino
El acuerdo entre Grecia e Israel llega en un momento en que el régimen del Apartheid de Israel está siendo muy cuestionado internacionalmente debido a su política expansionista de asentamientos ilegales de colonos terroristas sionistas en territorios palestinos y las operaciones represivas con el procedimiento de “tirar a matar” a la nativa juventud palestina.
El acercamiento de Grecia a Israel, que los líderes de Syriza justifican desde una necesidad “pragmática” de conseguir nuevos recursos económicos, ya ha tenido consecuencias en el plano político y diplomático internacional.
Hace una semana Grecia fue uno de los pocos países, junto con Hungría, Bulgaria y Chipre, que rechazaron un borrador de declaración pactada por los embajadores de los Veintiocho países de la UE ante el Comité Político y de Seguridad, según filtró el medio EUObserver. El borrador de declaración instaba a Israel a “poner fin a toda la actividad de colonias y a desmantelar los puestos de control erigidos desde marzo de 2001”.
Otro resultado de las nuevas relaciones “privilegiadas” de Grecia con Israel es que Atenas decidió no aplicar la directiva de la UE sobre etiquetar los productos importados desde territorios ocupados por colonos en Israel. Un reclamo de organizaciones solidarias con Palestina para que esos productos puedan ser identificados claramente y boicoteados. La organización BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) es una de las que lleva esta campaña a nivel internacional, con el apoyo de colectivos y activistas de todo el mundo. Con esta decisión, Grecia traiciona aún más la causa palestina.
Nabil Shaath, ex ministro de exteriores palestino entre 1994 y 2005 y actual representante de relaciones exteriores del partido nacionalista palestino Fatah, escribió una columna de opinión esta semana cuestionando el giro radical en la política exterior por parte de Chipre y Grecia en la cuestión Palestina. En su artículo señala que se está dejando atrás una tradición de “buenas relaciones” entre Chipre, Grecia y Palestina, y que más allá de los acuerdos comerciales, lo más impactante han sido las declaraciones de ministros de ambos países avalando por completo la política del ente sionista de Israel.
El 12 de enero, Averof Neophytou, máximo dirigente del partido de gobierno en Chipre y jefe de la cámara de representantes visitó Israel y realizó declaraciones completamente ajustadas con el relato “oficial” sionista sobre el conflicto. “Es un país de 8 millones luchando por sobrevivir y teniendo que enfrentar a cientos de millones de musulmanes y árabes, parte de los cuales no reconocen el derecho de existencia de un estado judío… Por lo tanto, ¿qué bando es el más fuerte y cuál el más débil? ¿Qué parte es la que está luchando por sobrevivir?”, dijo en el Jerusalén post.
El político palestino también denunció las declaraciones del gobierno griego, que “aseguran que el conjunto de Jerusalén es la capital histórica del Estado de Israel y del pueblo judío, ignorando completamente los derechos palestinos en Jerusalén”. En el mes de noviembre, cuando Alexis Tsipras visitó Israel, sorprendió a propios y ajenos cuando firmó el libro de visitas con esta frase: “Es un gran honor estar en vuestra capital histórica y conocer a vuestras excelencias”.
El “pragmatismo” de Syriza en su política exterior ha llegado a una ruptura completa con cualquier principio mínimamente democrático en la cuestión palestina, avalando y justificando al Ente sionista de Israel, que ocupa el territorio palestino y reprime a la población nativa. Algo que acompaña su abandono de la consigna de “salida de la OTAN” desde que llegó al gobierno, ratificando su pertenencia a la asociación imperialista.
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