Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (P) - ABNA - La decisión, anunciada durante una conferencia de prensa el martes por el Movimiento Islámico de Nigeria (IMN, por su sigla en inglés), se produjo después de que las autoridades nigerianas no permitieran que el equipo legal del IMN se reuniera con el arrestado su líder «Sheij Ibrahim Zakzaky».
El equipo legal dijo que era “poco ético y poco profesional” representar a un cliente a quien ni siquiera han visto.
El ejército de Nigeria atacó brutalmente a los musulmanes shiítas mientras estos asistían a una ceremonia religiosa en Zaria el pasado 12 de diciembre, provocando varios días de sangrienta ofensiva en la que murieron cientos de civiles y otros cientos resultaron heridos de diversa gravedad.
El ejército acusó a los participantes en la ceremonia de bloquear el convoy de su jefe de persona y de 'intentar asesinarlo', un cargo que han negado categóricamente.
Posteriormente las fuerzas nigerianas allanaron la casa de Sheij Zakzaky y lo arrestaron después de asesinar a sangre fría a quienes le protegían. El clérigo mismo resultó gravemente herido en el ataque y fue arrestado junto con decenas de sus partidarios. Él está recluído en régimen de incomunicación desde entonces.
Los ataques provocaron la muerte de un gran número de miembros de la comunidad religiosa, entre ellos tres de los hijos de Sheij Zakzaky. El clérigo shiíta ha sido acusado de “conspiración criminal” e “incitar a alteraciones del orden público”.
En una entrevista el martes con Press TV, la hija sobreviviente de Sheij Zakzaky, Suhaila, dio si versión como testigo del ataque del ejército contra su hogar.
“Inesperadamente, oímos disparos en la zona de la casa, que se prolongó durante toda la noche, hasta el mediodía del día siguiente. A medida que el tiempo pasaba, la gente estaba siendo asesinada durante la mañana...ellos (los soldados) mataron a muchísimas personas que encontraron en nuestra casa, probablemente a todos ellos”, ella dijo.
Ella hizo el comentario mientras un gran número de personas se tomaron las calles en el Estado nigeriano de Kaduna para exigir la liberación del Sheij Zakzaky.
“El gobierno entenderá que queremos que nuestro líder sea liberado...los cadáveres de nuestros hermanos y hermanas que aún están en manos del gobierno deben sernos entregados para realizar sus respectivos funerales”, dijo uno de los manifestantes.
Human Rights Watch cree que “al menos” 300 personas murieron en la masacre, mientras que Amnistía Internacional coloca la cofra en “centenares”, lo que describe las violaciones del ejército de Nigeria como “chocante”.
La Comisión Islámica de Derechos Humanos (CIDH) con sede en Londres ha dicho que habían evidencias creíbles de fosas comunes en Nigeria después de los ataques.
El grupo de Derechos HUmanos dijo que los militares nigerianos habían enterrado en secreto cientos de cadáveres en fosas comunes después de asaltar la casa del clérigo shiíta.
Jalil SAHURIE
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