‘Rusia recibió alrededor de una decena de solicitudes provenientes de grupos terroristas armados wahhabíes que demandan no ser atacados y poder así distanciarse del Frente al Nusra, la rama siria de Al-Qaeda’, informó Ígor Konashenkov, portavoz del Ministerio ruso de Defensa.
Según Konashenkov, algunos de ellos expresaron su disposición a presentar las coordenadas de los territorios que controlan, luego de que expulsen totalmente de estos a los (otros) terroristas y descarten provocaciones.
Señaló que atendiendo a esta situación, Moscú tomó la decisión de extender los plazos de trabajo con algunos grupos armados (terroristas wahhabíes) para ‘sumarlos al régimen de cese al fuego’, distanciamiento de los (otros) terroristas y definición exacta de los territorios controlados, antes de comenzar a atacar las posiciones terroristas.
La tregua no se aplica a los grupos declarados terroristas por Naciones Unidas, incluidos Daesh y el Frente al Nusra, proscritos en Rusia y otros países.
Para los escépticos, con este movimiento queda muy claro que para Moscú, al igual que para Washington, existen terroristas 'buenos' y terroristas 'malos'. Con cuál de ellos se debe negociar, esp lo define la implacable brújula de sus intereses geoestratégicos en la zona.
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