Este año los Musulmanes Argentinos son los que Menos Horas Ayunan y los Noruegos, los que más

Las fechas del Ramadán son móviles porque los meses musulmanes se rigen por un calendario lunar, que cada año se adelanta diez días con respecto al calendario solar universal. Eso significa que dentro de 18 años, los musulmanes celebrarán el Ramadán en pleno invierno, y dentro de 36, de nuevo en verano.

Hace 36 años, cuando el Ramadán también cayó por estas fechas, el debate sobre las horas de ayuno era casi simbólico, al concentrarse entonces la población musulmana en sus territorios "tradicionales" del norte y centro de África, el subcontinente indio y el sureste de Asia.

Sin embargo, las emigraciones han dado una nueva cara al mundo y muchos de los recién llegados a países de tradición cristiana son musulmanes venidos de países musulmanes como Afganistán, Irak, Siria o Somalia.

No es casual que proliferen en internet páginas con todo tipo de "calculadoras de oración" que ayudan al creyente a saber cuándo debe ayunar en cada momento del año y en cada lugar de la tierra atendiendo a las horas en las que el sol sale o se esconde, que son las fronteras del ayuno.

Los países del Cono Sur son este año los más 'afortunados', en el sentido en que sus horas de ayuno son más cortas: el día se reparte prácticamente por igual entre las horas de ayuno y las de licencia (12 y 12).

Si las comunidades musulmanas de Chile y Uruguay son muy pequeñas, no es así en Argentina, donde residen cerca de 700.000 musulmanes, según estimaciones de la propia comunidad islámica del país. Los musulmanes argentinos ayunarán este año entre las 6.30 de la mañana y las 5.50 de la tarde.

Los musulmanes argentinos, casi todos de procedencia libanesa, siria y palestina, romperán el ayuno con la relativa normalidad que da el vivir en un país donde la mayoría profesa otra religión y en la que la minoría está perfectamente asentada por tener varias generaciones detrás.

Es en el otro extremo del mundo, en los países nórdicos de Europa donde las cosas son este año más difíciles: en Oslo, Estocolmo o Helsinki, las horas de ayuno superarán las 20, y el sol solo desaparecerá durante cuatro horas, en las que habrá que comer, beber, rezar, reunirse y dormir.

Las poblaciones musulmanas en estos países hace tiempo que no son un mero detalle: en Suecia, durante años el país más generoso de Europa con su política de asilo, viven entre 450.000 y 500.000 musulmanes (3% de la población); en Noruega son 163.000 personas.

En los últimos años, las comunidades musulmanas de la región escandinava se han planteado el mejor modo de cumplir con los preceptos, teniendo en cuenta que son países muy extensos en los que en las partes más cercanas al Círculo polar ártico el sol ni siquiera se oculta.

Tal es el caso de Tromso, en Noruega, donde se encuentra la que tal vez es la mezquita más al norte construida en todo el mundo, y sus fieles ni siquiera disponen de las cuatro horas de noche que sus conciudadanos tienen en Oslo.

Hasta la Universidad de Al Azhar, en Egipto, una de las más respetadas como referente universal por el Islam suní (al que siguen un 75 % de musulmanes del mundo) llegó en 2010 una consulta desde la mezquita de Gotemburgo, en Suecia, para plantear la cuestión de ese ayuno interminable.

Los sabios de Al Azhar emitieron entonces una fatwa en la que autorizaron a los musulmanes de los países escandinavos a alinearse con las horas de ayuno en La Meca, el lugar más sagrado del Islam, y ayunar igual número de horas que los saudíes (http://goo.gl/g8Kr7R).


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