La banda terrorista wahhabi Daesh se atribuyó los dos ataques, uno con un coche bomba y otro suicida, que afectaron el sábado a un suburbio de Damasco ubicado cerca del santuario chií más sagrado de Siria, y habrían muerto al menos 20 personas, según un grupo observador.
La televisión estatal mostró imágenes de escombros y autos y locales destrozados en la zona comercial cerca del santuario de Sayeda Zeinab (P), donde este año han ocurrido al menos tres ataques con bomba reivindicados por Daesh.
Los mercenarios wahhabíes extremistas del grupo son enemigos jurados de los musulmanes shiíes, a quienes consideran un grupo herético dentro del Islam.
Medios estatales reportaron la muerte de al menos ocho personas, pero el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos declaró que además del gran número de heridos, el total de muertos subió a por lo menos 20, incluidos 13 civiles, mientras que el resto pertenecía a milicias que apoyan al Gobierno.
Daesh afirmó que dos de sus atacantes suicidas habían hecho explotar las bombas adosadas a sus cuerpos y que otros miembros habían detonado bombas dentro de un auto, según Amaq, una agencia de noticias afiliada al grupo.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, John Kirby, dijo que Washington condena el ataque en los términos más enérgicos. "Este acto terrorista demuestra una vez más la inhumanidad y brutalidad de todo lo que hace Daesh y todo lo que defiende", dijo, utilizando uno de los términos para denominar al grupo.
El santuario de Sayeda Zeinab (P) atrae a miles de reclutas de milicias shiíes iraquíes y afganos que lo visitan antes de ser enviados al frente de combate, donde luchan contra los grupos terroristas wahhabíes que tratan de derrocar al Gobierno del presidente Bashar al-Assad.
La zona, fuertemente protegida, también es un reconocido bastión el poderoso movimiento de resistencia islámico libanés Hezbolá.
El viernes, la milicia de la Fuerza Democrática Siria (SDF), apoyada por Estados Unidos, tomó control de la última ruta hacia Manbij, el tramo final de territorio en la frontera entre Turquía y Siria que seguía dominado por Daesh en el área.
La televisión estatal mostró imágenes de escombros y autos y locales destrozados en la zona comercial cerca del santuario de Sayeda Zeinab (P), donde este año han ocurrido al menos tres ataques con bomba reivindicados por Daesh.
Los mercenarios wahhabíes extremistas del grupo son enemigos jurados de los musulmanes shiíes, a quienes consideran un grupo herético dentro del Islam.
Medios estatales reportaron la muerte de al menos ocho personas, pero el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos declaró que además del gran número de heridos, el total de muertos subió a por lo menos 20, incluidos 13 civiles, mientras que el resto pertenecía a milicias que apoyan al Gobierno.
Daesh afirmó que dos de sus atacantes suicidas habían hecho explotar las bombas adosadas a sus cuerpos y que otros miembros habían detonado bombas dentro de un auto, según Amaq, una agencia de noticias afiliada al grupo.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, John Kirby, dijo que Washington condena el ataque en los términos más enérgicos. "Este acto terrorista demuestra una vez más la inhumanidad y brutalidad de todo lo que hace Daesh y todo lo que defiende", dijo, utilizando uno de los términos para denominar al grupo.
El santuario de Sayeda Zeinab (P) atrae a miles de reclutas de milicias shiíes iraquíes y afganos que lo visitan antes de ser enviados al frente de combate, donde luchan contra los grupos terroristas wahhabíes que tratan de derrocar al Gobierno del presidente Bashar al-Assad.
La zona, fuertemente protegida, también es un reconocido bastión el poderoso movimiento de resistencia islámico libanés Hezbolá.
El viernes, la milicia de la Fuerza Democrática Siria (SDF), apoyada por Estados Unidos, tomó control de la última ruta hacia Manbij, el tramo final de territorio en la frontera entre Turquía y Siria que seguía dominado por Daesh en el área.
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Jalil SAHURIE
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