A finales de mayo, el organismo comunicó la anulación de la peregrinación de este año de los ciudadanos iraníes debido a su sabotaje por las autoridades sauditas.
El reino árabe rechazó las propuestas de Teherán sobre la concesión de visados y la seguridad de sus peregrinos diciendo que los iraníes deben desplazarse a otro país para solicitar el visado, debido a la falta de relaciones diplomáticas.
Las autoridades sauditas ni siquiera aceptaron la petición de Irán de que la embajada suiza en Teherán, como velador de los intereses diplomáticos de ambas partes, tramite los visados para los peregrinos iraníes.
El funcionario iraní condenó que las preferencias políticas de Arabia Saudita hayan afectado una ceremonia tan importante para los musulmanes. Lamentablemente -agregó- Riad ha permitido que las disputas políticas afecten a ese tema.
Lo cierto -precisó- es que las autoridades Riad temen la presencia de los peregrinos iraníes y la revelación de las dimensiones no divulgadas de la estampida ocurrida en 2015 durante el Hayy, la cual causó la muerte de miles de peregrinos, incluidos más de 460 iraníes.
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