Al Yubeir aseguró que Teherán busca mantener a El Líbano en un estado de desestabilización a favor de su aliado estratégico, el Partido de Resistencia libanés Hezbolá.
También acusó a Hezbolá de impedir la celebración de las elecciones presidenciales en el país que sufre un vacío de poder, mientras que Teherán por su parte anunció reiteradamente su apoyo al consenso político.
En marzo pasado, el régimen de Al Saud presionó al Consejo de Cooperación del Golfo y a La Liga Árabe para declarar a Hezbolá grupo terrorista.
Sin embargo, se conoce que Hezbolá lucha junto al Ejército Árabe sirio contra los terroristas wahhabíes activos en el país árabe y, de hecho, ha obtenido numerosas victorias y expulsado o matado a muchos terroristas en varias zonas de Siria, donde los terroristas cometían crímenes inhumanos contra la población civil.
Citado por el portal saudí, Al-Yubeir también atacó a las fuerzas populares iraquíes, conocidas como Al-Hashad al-Shabi, y exigió desmantelar este grupo que desempeña un papel transcendental en la lucha del Ejército iraquí contra el grupo terrorista Daesh, contrario a Riad.
Sin presentar pruebas, el jefe de la Diplomacia saudí alegó que Irán dirige Al-Hashad al-Shabi y lo consideró como un grupo que apoya el sectarismo.
Vale señalar que Al-Hashd Al-Shabi opera bajo la dirección del Ejército iraquí y utiliza parte del presupuesto del país, tal y como fue decidido en el Parlamento iraquí.
Arabia Saudita sigue acusando a Irán de interferir en los asuntos internos de ciertos países de la región, mientras que su embajador en Irak, Thamer al-Sabhan, fue convocado en reiteradas ocasiones por Bagdad por haber pronunciado declaraciones consideradas con "intromisiones" en los asuntos internos de Irak.
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