Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : ABNA24
sábado

9 julio 2016

10:00:14
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Análisis

Atentado a la Mezquita del Profeta Muhammad (Bpd) en Medina

Por Alí Rida Peralta

JUJUY. (ABNA) – Este lugar santo ha sido recientemente el blanco del terrorismo impostado por las potencias occidentales, terrorismo que se ha desarrollado desde la aceptación por parte de algunos estados en la geografía de Oriente Medio, quienes han abierto sus puertas generando una seria amenaza al Islam en tanto que tradición espiritual, amenaza también a la nación islámica y sus comunidades; en ese sentido la dinastía Saudí deberá asumir sus responsabilidades, ya que ha albergado en el pasado y alberga hoy a esta corriente, que atento durante el Sagrado Mes de Ramadan en la sagrada ciudad de Medina.

Bísmil-lâhi r-rahmâni r-rahîm - En el Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo-, La Hawla Wala Quwata Illah Billah - No hay fuerza ni poder excepto en Allah-.

Al-Masyid Al-Nabawi fue edificada en Medina por el Profeta Muhammad (Bpd) 622 d.C., año de la Hégira, la emigración de los musulmanes desde La Meca a Medina, que marca el primer día del año lunar en el que se produjo (16 de julio de 622) como referencia para nuestro calendario.

La Mezquita fue una estructura muy simple hecha de ladrillos de adobe y piedra, adyacente a esta se encontraba la modesta casa del Profeta Muhammad (SAW), donde él sería más tarde enterrado junto a dos de sus compañeros: Abu Bakr As-Sidiq y ‘Umar Ibn Al Jattab.

Sucesivas expansiones han hecho de la Mezquita del Profeta la magnífica obra arquitectónica que es hoy en día, sosteniendo a un costado la cúpula verde, bajo la cual se encuentra la tumba del Profeta Muhammad (Paz y Bendiciones de Allah sobre El y su Purificada Descendencia).

Este lugar santo ha sido recientemente el blanco del terrorismo impostado por las potencias occidentales, terrorismo que se ha desarrollado desde la aceptación por parte de algunos estados en la geografía de Oriente Medio, quienes han abierto sus puertas generando una seria amenaza al Islam en tanto que tradición espiritual, amenaza también a la nación islámica y sus comunidades; en ese sentido la dinastía Saudí deberá asumir sus responsabilidades, ya que ha albergado en el pasado y alberga hoy a esta corriente, que atento durante el Sagrado Mes de Ramadan en la sagrada ciudad de Medina.

Asistimos en este tiempo a la más peligrosa deformación que se pretende del Islam, los acontecimientos que tienen lugar hoy en día en Oriente Medio, Asia y Africa, no tienen precedente, el pensamiento del terrorismo takfiri-wahabita está basado en la eliminación del otro, el derramamiento de sangre, la apropiación de bienes privados y la reducción de las gentes a la esclavitud, las ejecuciones y asesinatos pretenden ser legitimados refiriéndose a versos coránicos y hadices (dichos) del Profeta (saw), pero cada una de estas innovaciones sostienen una pesada mentira, que busca a través de la propaganda de los crímenes y el comportamiento de los grupos extremistas alejar a los no musulmanes del Islam.

El control de estos grupos sobre grandes espacios en ciertos países y las prácticas que realizan allí, ha servido a la propaganda de occidente demonizando lo sagrado, condicionando a los pueblos del mundo en su entendimiento de la Tradición Islámica, buscando que se incruste en el pensamiento de la gente un entendimiento falso e incorrecto de lo que es el Islam.

Las potencias occidentales tratan de lograr sus objetivos estratégicos a través de implosiones internas, inyectando y financiando a sectores políticos y sociales opositores, las tácticas de guerra no convencional se caracterizan precisamente por la intervención en los territorios de fuerzas impostadas desde otros países y vinculadas a los circuitos de la economía criminal que alimentan los principales ingresos de la economía global del capital financiero internacional, sosteniendo paralelamente usinas de propaganda y guerra psicológica sobre la población mundial, a fin de generar corrientes de opinión favorables a sus planes.

Los terroristas del Frente al Nusra, el Daesh y otras corrientes de menor incidencia, han contado con el apoyo de las potencias occidentales y una docena de países árabes, proponiéndose encaminarse hacia la ocupación de los territorios donde se desarrollan las principales expresiones de la resistencia a los planes de occidente para Oriente medio y Asia, expresando con sus blancos y métodos elegidos: asesinatos en masa contra civiles, minorías religiosas, académicos y destrucción de lugares sagrados, la afinidad de estas bandas criminales con los planes de Estados Unidos, Israel y las potencias que los secundan buscando encaminarse abiertamente contra el Eje de la Resistencia, resistencia expresada fundamentalmente en las fuerzas patrióticas sirias, en la organización libanesa de Hezbollah, y en el sostén de todas las expresiones de la resistencia, incluido Hamas y el Yihad Islámico en Palestina, a los planes occidentales que desde hace cuatro décadas representa el Irán revolucionario.

Obnubilados por los falsos espejismo del “desarrollo y el progreso” de la modernidad, una docena de gobiernos acompañan las políticas imperiales y alimentan con todo tipo de recursos a las fuerzas de ocupación que han creado las potencias occidentales, ese parece ser el humillante papel de algunos países árabes, compromiso que implica su participación en la intervención de Siria y las agresiones contra el pueblo y la resistencia de Yemen; precisamente las decisiones de EEUU y sus aliados regionales en Oriente Medio para luchar contra el terrorismo expresan la continuidad del apoyo que han brindado a estos grupos “totalmente ajenos al Islam” a lo largo de los años.

Ante el peligro que significa para la Umma y los pueblos del mundo el avance del terrorismo takfiri-wahabita, es nuestra responsabilidad elevar la voz, cada intelectual, profesor, comunicador que sostenga valores y virtudes no puede ser indiferente ante las agresiones y difamaciones que hoy se instalan contra el verdadero Islam; estos grupos, con sus innovaciones y acciones criminales, son contrarios a las claras y perfectas instrucciones del Islam, la Guía, as-sunnah (la tradición) y Ahl-ul Bait (la Gente de la Casa) del Profeta.

En toda la comunidad islámica hay ulemas sunníes y shiíes que defienden y muestran el verdadero Islam, dando principalmente la batalla cultural, intelectual y científica, frente al avance de las falsas corrientes que pretenden dañar esta Tradición Espiritual.

Lo que por estos días vemos y escuchamos por los grandes medios de comunicación, lo que exhibe la propaganda de occidente no es el Islam ni tiene nada que ver con la Tradición Islámica, no es lo que el Corán enseña ni lo que la religión del Imam Hussein, el nieto del Profeta Muhammad, quiere para el mundo.


***Alí Rida Peralta es integrante del Centro Islámico de Jujuy, referente de la Organización para la Liberación Argentina.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan necesariamente el punto de vista de ABNA24.

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