El texto indica claramente que miembros destacados del régimen wahhabita saudí participaron en la planificación y la financiación de los ataques terroristas contra las torres gemelas en Nueva York.
“En Estados Unidos, algunos de los secuestradores del 11 de septiembre estaban en contacto y recibieron el apoyo o asistencia de individuos que pueden haber estado en contacto con el Gobierno de Arabia Saudí”, reza el informe.
De acuerdo con las páginas publicadas, hay información, principalmente de fuentes del FBI, de que al menos dos de esos individuos supuestamente eran agentes de Inteligencia de Riad.
Riad había amenazado abiertamente a EE.UU. con todo tipo de represalias económicas y políticas, si se involucraba a Arabia Saudí en los atentados.
Por su parte, la Casa Blanca restó importancia a la información y dijo que la comisión para investigar el 11-S examinó a fondo el asunto y no encontró pruebas de un vínculo entre las autoridades saudíes y los que atentaron contra Nueva York y Washington en 2001.
En rueda de prensa, Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, descartó que el contenido del informe pueda poner en un compromiso a los saudí, ya que el documento desclasificado que había hasta el momento, descartaba esa posibilidad.
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