Según informa la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - «Paulina Fuenzalida», una joven estudiante chilena de nutrición y dietética de la Universidad de las Américas en Santiago de Chile, de 25 años hace poco más de dos meses abrazó el Islam adoptando el nombre «Hanifa» y hace un par de semanas fue guiada al shiísmo luego de una exhaustiva búsqueda comenzada durante el bendito mes de Ramadán.
A continuación transcribimos el interesante relato de su historia.
¡As-salamu ‘alaykum! Soy Paulina Fuenzalida, una musulmana chilena convertida recientemente al Islam [hace un poco más de dos meses], en donde adopté el nombre de «Hanifa» y quisiera compartir con ustedes una breve reseña de cómo llegue a ser musulmana y sobre todo como llegué a ser shiíta en Santiago de Chile, sudamérica.
Todo comenzó a principios de este año; yo estaba muy bien comenzado mi cuarto año universitario de nutrición y dietética, a poco de cumplir dos años de casada, en una vida familiar común, lo único que me tenía intranquila en mi corazón era esa necesidad y búsqueda de fe, en el cual sientes el llamado en tú corazón, pero no sabes hacia dónde dirigirte; la iglesia me hacía sentir incómoda hasta hipócrita y la verdad las demás cosas que busqué no me hicieron sentir absolutamente nada. Yo no sabía a quién agradecer ni a quien pedir misericordia, la verdad me sentí un poco angustiada por ello, por lo que llevaba semanas sin poder dormir como corresponde; ese llamado de fe insatisfecho me tenía mal. Dos semanas antes de convertirme [al Islam] por una señal del Altísimo llegue a buscar en internet sobre el Islam, me sentí muy cómoda con lo que leía, compartí todos sus puntos de vista sobre la vida, hasta que llegue a leer un dúa (sùplica) en un momento que me sentía perdida y luego sentí como se me remeció el corazón y no pude parar de llorar; lloré tanto, porque sentí alegría de haber encontrado el Islam y a la vez porque ese remezón en mi corazón no me dejó dudas de fe.
“No hay más divinidad que Allah, y Muhammad es el Mensajero de Dios”
Desde ese día tuve una semana que me sentí completa, en la cual dormí más aliviada que nunca y tan libre como jamás lo imaginé.
Yo sinceramente sabía muy poco sobre el Islam, pero con el simple hecho de sentirme de esa forma y que estaba en el camino correcto no podía cambiar mi pensamiento positivo al Islam. Ahora tenía que dar un nuevo paso, hacer la ‘Shahada’ [testimonio de fe]. Estaba lista y no tenía dudas en mi corazón, sin embargo el inconveniente comenzó cuando me acerqué en varias oportunidades a la mezquita [sunnita] y en parte por defectos propios de mi persona (a la hora de sociabilizar con gente nueva soy muy tímida) ellos no llegaron a comunicarse bien o entregarme de mejor manera el mensaje [del Islam]. Luego de las muchas visitas [hacia la mezquita] nunca llegaron a nada más que quedarme mirando por largo rato desde lejos, ya que yo me mantenía por largos lapsos de tiempo con lágrimas en los ojos por no ser capaz de hablar [y por ende hacer la Shahada]. Al fin en un intento desesperado (porque cada día que pasaba y no me hacía musulmana, me sentía como una hipócrita) ingresé en una página de internet en el cual te ayudaban a hacer la Shahada, me llamaron y al fin hice mi Shahada un 7 de junio de este año, coincidiendo con el segundo día del bendito mes de Ramadán.
Luego de eso se me abrió todo un mundo nuevo que no entendía; yo pensé que ser musulmán consistía solo en eso, no sabía de sus apellidos; sunnítas, shiítas, y grupos no musulmanes como los wahabíes, entre otros.
Pasaron los días y la única vez que compartí con otras musulmanas fue para un hermoso iftar que realizó una de mis hermanas [de fe], pero por aquel momento yo creo que nadie me quiso explicar algo tan complejo como eran las ramas de nuestra religión.
Luego de eso a través de las redes sociales me puse en contacto con un seminarista religioso chileno residente en Irán; pero como tiendo a ser tímida al comienzo no hablamos mucho, no obstante debido a su vocación él disponía de mucha paciencia y tiempo, siendo capaz de explicar las diferencias [dentro del Islam], pero yo no estaba confiada aún, y ahí fue que él me envió el libro titulado “Y Entonces fui Guiado” de «Muhammad At-Tiyani As- Samawi», libro que fui leyendo mientras iba cotejando mis preguntas paralelamente con una búsqueda profunda en internet, la que iba corroborando mis dudas con él: Lo que más me impactó del libro fueron los tratos que se daban entre los propios hermanos musulmanes; como los shiítas eran juzgados por los demás, sin estos saber ni averiguar de ellos y recordé esto:
“¡Oh, creyentes! ¡Absteneos mucho de las dudas! En verdad, algunas dudas son pecado. Y no os espiéis ni os difaméis unos a otros. ¿Acaso alguno de vosotros quiere comer la carne de su hermano muerto? ¡Lo aborreceríais! Y sed temerosos de Dios. En verdad, Dios acepta el arrepentimiento, es misericordiosísimo con los creyentes”. (Capítulo de las Habitaciones Privadas, Aleya 12 del Sagrado Corán)
“Y no vayas tras aquello de lo que no tienes conocimiento. En verdad, del oído, de a vista, del intelecto, de todo ello se os pedirán cuentas”. (Capítulo del Viaje Nocturno, Aleya 36 del Sagrado Corán)
A medida que avanzaba el libro sentí que vivía junto con el autor todo lo que él seguía en sus averiguaciones, incluso su visita a la ciudad de Karbalá (en Iraq) al revivir la tragedia de nuestro Maestro, Imam Al-Hussain (P); yo lloré al igual que el protagonista, con un enorme dolor, necesité preguntarle a mi querido hermano como fue y de que trató esta tragedia, al contarme no podía parar de llorar e imaginar al Mensajero de Allah (Bpd) llorar al saber lo que le ocurrió [a su nieto]. Verdaderamente me dolió mucho al saber de ciertas cosas sobre cómo se dividen los hermanos y como la falta de información nos separa aún más.
Otro punto que me hizo apegarme más al shiísmo fue su calidez y buenos tratos con todos a diferencia de los sunnitas para con los shiítas. Ellos [los shiítas] son muy pacientes y tolerantes.
“En verdad, por una misericordia de Dios, fuiste blando con ellos, pues, si hubieras sido seco y duro de corazón, rápidamente se hubieran apartado de ti. Por tanto, perdónales y pide el perdón para ellos y consúltales en el asunto. Después, cuando tomes una decisión, confía en Dios. En verdad, Dios ama a los que confían en Él.” (Capítulo de la Familia de Imran, Aleya 159 del Sagrado Corán)
Por lo que leí, hay muy poca tolerancia en la Sagrada Ciudad de La Mecca [por culpa de sus gobernantes] para con los shiítas; con golpes, escupos e insultos son atacados [los shiítas] por algunas personas que frecuentan esta Ciudad Santa, simplemente al enterarse de sus presencias en aquel lugar. Al educarse de cómo fueron los sucesos - con argumentos e historia - se puede ver y sentir [la verdad]; sentimientos que te hacen reflexionar al saber que por el simple hecho de recitar algo o llorar en lugares santos que ellos [los wahabíes] no lo consideran apto o no lo permiten, serás golpeado; la verdad fue una tristeza enorme saber que gente use el nombre de una religión tan bella para cometer actos tan pocos tolerantes contra los que deberían ser sus propios hermanos. Y ¿qué queda de esta enseñanza del Sagrado Corán?
“¡Oh, los que creéis! Quién de vosotros reniegue de sus creencias religiosas [sepa que] vendrá Dios con una gente a la que Él ama y por la que es amado, [que será] humilde con los creyentes y severa con los que ocultan la Verdad. Esforzados por la causa de Dios y que no temen la maldición de ningún calumniador. Este es el favor de Dios, que otorga a quien Él quiere. Y Dios todo lo abarca, todo lo conoce.” (Capítulo de la Mesa, Aleya 54 del Sagrado Corán)
“Y quienes vinieron tras ellos dicen: «¡Dios nuestro, perdónanos, a nosotros y a nuestros hermanos, aquellos que nos precedieron en la fe, y no pongas en nuestros corazones rencor contra los creyentes! ¡Señor nuestro, en verdad, Tú eres benévolo, misericordiosísimo con los creyentes!»” (Capítulo del Destierro, Aleya 10 del Sagrado Corán)
De lo que he averiguado y leído, sabiendo que aún no es suficiente, puedo decir con toda seguridad y conocimiento que se conspira contra mis hermanos shiítas; principalmente se calumnia y se mienten diciendo que no tenemos apego a la Sunnah o que no bendecimos al Profeta Muhammad (Bpd), siendo esto un absurdo, una idea falsa y maliciosa. Además el shiísmo es la única corriente islámica [dentro de todas las demás] que además de creer en la infalibilidad completa [y no parcial] de todos los Profetas (P) la extiende también a los doce Imames (P).
"Es una pena que no sean capaces de abrir sus ojos y ver que todo lo que se puede decir del shiísmo y la contra propaganda al Islam Muhammadiano no se basa en otra cosa que una conspiración maliciosa y no en hechos reales. Desde aquel día que lloré por el martirio del Imam Al-Hussain (P) agradecí enormemente a Allah subhana wa ta'ala por haberme hecho ver las cosas tan claramente en tan poco tiempo, por guiar a mi querido hermano; que Allah lo bendiga y que tenga un próspero futuro por ser tan paciente, al darme de su tiempo y estar siempre para mis consultas. Desde ese momento también que estoy segura que Allah no me quería hacer las cosas difíciles y que aunque me falte mucho por estudiar me considero una shiíta muy agradecida de haber sido guiada Alhamdulillah."
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