Los pasos saudíes se hunden en problemas más profundos durante las recientes semanas. Empantanados en su su ridícula y sangrienta guerra en Yemen, ahora ellos se están intentando recuperar de una extraordinaria declaración emitida por alrededor de dosciendos clérigos musulmanes sunitas que se refiere efectivamente a la creencia wahabí -practicado oficialmente en Arabia Saudí- como una “deformación peligrosa” del Islam sunita. Las eminencias incluyen al Gran Imam de Egipto, Sheij Ahmad al-Tayeb de la Universidad de al-Azhar, el más importante centro de estudios teológicos en el mundo islámico sunita, quién hace sólo un año “atacase las interpetaciones corruptas” de textos religiosos y que ahora ha firmado un “retorno de las escuelas de gran conocimiento” fuera de Arabia Saudí.
Esta notable conferencia tuvo lugar en Grozny y fue inexplicablemente ignorado por casi todos los medios de comunicación del mundo -a excepción de los ex asociados de la Universidad de San Antonio, Sharmine Narwani, y de Le Monde Benjamin Barthe- pero esto puede llegar a ser incluso más dramático que la guerra en Siria. Para la declaración, obviamente aprobada por Vladimir Putin, es lo más cercano a una excomulgación de los saudíes por parte de los clérigos sunitas.
Aunque no mencionaron al Reino por su nombre, la declaración fue una importante afrenta a un país que gasta millones de dólares cada año en miles de mezquitas wahabíes, escuelas religiosas y clérigos de todo el mundo.
La desviación más peligrosa del wahabismo, a los ojos de los sunitas que se reunieron en Chechenia, es la legitimización de la violencia contra los no-musulmanes que rechazan la interpretación wahabí. Daesh, Al-Qaeda y los talibanes son los principales partidarios extranjeros de este credo fuera de Arabia Saudí y Qatar.
Los saudíes, en repetidas ocasiones insisten en que supuestamente están en contra de todo tipo de terrorismo. Su reacción a la declaración de Grozni ha sido asombrosa. “El mundo se está preparando para quemarnos”, anunció Adil al-Kalabani. Y como Imam de la mezquita Rey Jaled bin Abdulaziz en la capital saudí de Riad, el lo debe saber.
Tal como Narwani señala, las malas noticias siguen llegando. Al inicio de los cinco días de peregrinación del Hayy, el periódico libanés Al-Akhbar publicó en su versión online una base de datos que según dijo provenía directamente del Ministerio de Salud saudí, afirmando que hasta 90.000 peregrinos de todo el mundo han muerto al visitar la capital del Hayy, La Meca durante un período de 14 años. Aunque esta cifra ha sido negada oficialmente, se sabe que el Irán shiíta, que ha perdido varios cientos de sus ciudadanos en el Hayy. Entre ellos se encuentra Ghazanfar Roknabadi, ex embajador y funcionario de inteligencia en El Líbano. El Líder Supremo de Irán, Ayatulá Alí Jameneí, acaba de lanzar un mensaje directo sin precedentes a los saudíes, acusándolos de asesinato. “Los saudíes desalmados y asesinos encerraron a los heridos con los muertos en contenedores”, dijo en su propio mensaje con ocasión del Hayy.
Un funcionario saudí dijo que las acusaciones de Imam Jameneí reflejan una “nueva bajada”. Abduylmohsen Alyas, el subsecretario de comunicaciones internacionales de Arabia Saudí, dijo que eran “no sólo infundadas, sino también programadas para únicamente servir a su fallida propaganda antiética”.
Sin embargo, los iraníes han boicoteado el Hayy este año (como es lógico) después de afirmar que no han recibido la seguridad básica necesaria para los peregrinos de parte de las autoridades saudíes. Según enfatizó Imam Jameneí, los gobernantes saudíes “han asumido al mundo del Islam en guerras civiles”.
Sin embargo, una cosa está muy clara: por primera vez, los saudíes han sido enfrentados por dos líderes sunitas y shiítas casi al mismo tiempo.
La presencia en Grozny del Gran Imam al-Tayeb de Egipto fue particularmente irritante para los saudíes que han invertido millones de dólares en la economía egipcia desde que el presidente general al-Sisi irrumpiera con su golpe de Estado hace más de tres años.
Los saudíes se deben estar preguntando a sí mismos ¿Qué es lo que le ha sucedido a los anteriormente aduladores líderes que normalmente se arrastraban a los pies del Reino?
“En 2010, Arabia Saudí estaba cruzando fronteras pacíficamente como un rompe poderes, trabajando con Irán, Siria, Turquía, Qatar y otros para solucionar problemas en los puntos regionales críticos”, escribe Narwani. “En 2016, ya se había enterrado a dos reyes, restando importancia a un enfoque medido a la política exterior, abrazando la locura takfirí y vaciando sus arcas”. Un takfirí es alguien que acusa de apostasía a cualquier otro musulmán que no comparta sus credos extremistas (como también cristianos o judíos).
Kuwait, Libia, Jordania y Sudán estuvieron presentes en Grozny, junto con Sheij Ahmed Hassoun, el Gran Muftí de Siria. Curiosamente, Abu Dhabi no desempeñó ningún papel oficial en la conferencia.
¿Cuáles serán los verdaderos representantes de los musulmanes sunitas si los saudíes han de ser empujados hacia un lado? ¿Y cuál será el futuro de Arabia Saudí? De tales preguntas son hechas las revoluciones insha' Allah.
Jalil SAHURIE
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