“Si Estados Unidos no se mantiene plenamente comprometido con sus promesas en la implementación del acuerdo nuclear, las centrífugas inactivas van a operar otra vez, pero esta vez no nos restringiremos al nivel previo a las sanciones”, subrayó Salami.
Puntualizó que el gobierno de la nación iraní “no está sólo comprometido con Estados Unidos y los demás países del Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania), sino con el pueblo iraní”.
Agregó que la administración del presidente Hassan Ruhani prometió a los iraníes que si Washington es incapaz de honrar sus obligaciones bajo el Plan de Acción Conjunta Integral (PACI, nombre oficial del pacto), “invalidará el acuerdo y reanudará las actividades nucleares”.
El embajador iraní en Londres, Hamid Baidineyad, aseguró que todas las sanciones económicas, financieras y bancarias impuestas por la Unión Europea ya fueron levantadas, contrario a lo que ocurre con Washington.
Por su parte, el asesor especial del presidente del Majlis (parlamento iraní) para asuntos internacionales, Hussein Amir Abdollahian, subrayó que la “desconfianza hacia Estados Unidos creció más que nunca”, por su ambigua postura tras la rúbrica del acuerdo el 14 de julio de 2015 en Viena.
En opinión de Amir-Abdollahian, tras la implementación del PACI, el 16 de enero pasado, la Casa Blanca intentó privar a Irán de su crédito en represalia por su resistencia y fuertes posturas regionales, al tiempo que trataba de revertir sus fracasos en Siria y la región.
Pero las oportunas advertencias del Líder Supremo de la Revolución Islámica, Ayatolá Ali Jamenei, abortaron sus complots e impidieron materializar sus intentos de conversaciones regionales.
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