La Muerte Profeta Muhammad (Bpd)
Se menciona en “Rawdatul-ahbab” que el Profeta le dijo a Fátima, “Tráeme a tus hijos”. Fátima llevó a Hasan y Husein donde el Profeta. Ambos saludaron al Profeta, se sentaron a su lado y lloraron al presenciar la agonía del Profeta de tal forma que la gente que lo vio llorar no pudo controlar sus lagrimas. Hasan descansó su rostro sobre el rostro del Profeta y Husein descansó su cabeza sobre el pecho del Profeta. El Profeta abrió sus ojos y besó a sus nietos amorosamente, encomendándole a la gente el amor y el respeto por ellos. En otra tradición, se dice que los compañeros que estaban presentes, después de ver a Hasan y a Husein lloraron en voz tan alta que el mismo Profeta no pudo controlar sus lagrimas por la tristeza. Luego dijo, “Llamen a mi amado hermano ‘Ali”.
‘Ali llegó y se sentó cerca de la cabeza del Profeta. Cuando el Profeta levantó su cabeza, ‘Ali se movió al lado y, sosteniendo la cabeza del Profeta, la descansó sobre su propio regazo. Entonces dijo el Profeta:
“Oh ‘Ali, he tomado prestada cierta cantidad de tal judío para los gastos del ejercito de Usama. Fíjate de que se le pague. Y ¡Oh ‘Ali! Serás la primera persona que me alcance en la fuente celestial de Kauzar. Tendrás problemas después de mi muerte. Debes soportar con paciencia y cuando veas que la gente prefiera la lujuria de este mundo, debes preferir la otra vida”.
Se cita lo siguiente en “Jsai’s de Nasa’i” de Ummu Salama:
“Por Allah, la persona más cercana al Profeta en el momento de su muerte fue ‘Ali. Temprano en la mañana del día de su muerte, el Profeta llamó a ‘Ali quien se encontraba haciendo una diligencia. Preguntó por ‘Ali tres veces antes de que este regresara. Sin embargo, ‘Ali llegó antes del amanecer. Pensando en que el Profeta necesitaría algo de privacidad con ‘Ali, nos retiramos. Yo fui la última en salir; por lo tanto, me senté más cerca de la puerta que las otras mujeres. Vi que ‘Ali bajó su cabeza hacia el Profeta y el Profeta susurró a su oído (durante un rato) Por lo tanto ‘Ali es la única persona que estuvo cerca del Profeta hasta el final”.
Además al-Hakim, relata en su “Mustadrak” que:
“El Profeta confió en ‘Ali hasta el último momento de su muerte. Luego dio su último suspiro”.
Ibn al-Wardi señala que las personas que eran responsables de darle el baño mortuorio eran:
“‘Ali, Abbas, Fazl Quzam, Usama y Shaqran. Abbas, Fazl y Quzam voltearon en cuerpo. Usama y Shaqran colocaron agua, y ‘Ali lavó su cuerpo”.
“Tarij al-Jamis” añade los siguiente: “Abbas, Fazl y Quzam voltearon el cuerpo de un lado al otro mientras Usama y Shaqran le echaban agua”.
Ibn Sa´d narra lo siguiente en su “Tabaqat”:
“‘Ali narró que el Profeta había ordenado que si alguien aparte de ‘Ali mismo le realizaba el baño, se habría ido ciego”.
Abdul Barr cita en su libro “Al-Istiáb” a Abdullah ibn Abbas diciendo:
“‘Ali tuvo cuatro honores excepcionales, a su favor que no tuvo ninguno de nosotros:
1. De todos los árabes y no árabes, fue el primero en tener la distinción de rezar junto al Profeta.
2. En todas las batallas en las que participó, solamente él sostuvo el estandarte del Profeta en su mano.
3. Cuando la gente huyó del campo de batalla dejando solo al Profeta, solo ‘Ali ibn Abi Talib estuvo firme al lado del Profeta.
4. ‘Ali es la única persona que le hizo el baño al Profeta y lo colocó en su tumba”.
Tanto Abul Fida como Ibn Al-Wardi indican que el Profeta murió un lunes y fue enterrado al día siguiente, es decir un martes.
Y en una tradición se dice que fue enterrado en la noche entre el martes y el miércoles. Esto parece ser más real. Pero según otros, no fue enterrado sino tres días Después de su muerte.
En “Tarij al-Jamis”, sin embargo, se menciona que Muhammad ibn Isaac mencionó lo siguiente:
“El Profeta murió un lunes y fue enterrado en la noche del Miércoles”.
Estimando su edad, Abul Fida escribe:
“Aunque hay diferencia de opinión acerca de la edad del Profeta, parece ser que vivió 63 años”.
El Santo Profeta dejó este mundo el 28 de Safar, en el año 11 de la Hégira. Así, finalizó la vida del Último Profeta enviado a este mundo.
«¡Profeta! Te hemos enviado como testigo, como nuncio de buenas nuevas, como monitor, como voz que llama a Dios con Su permiso, como antorcha luminosa» (Corán, 33:45-46)
Dejó el mundo temporal, pero el mensaje que trajo a la humanidad es eterno.
«Por medio de la cual Dios dirige a quienes buscan satisfacerle por caminos de paz y les saca, con Su permiso, de las tinieblas a la luz, y les dirige a una vía recta» (Corán, 5:16)
«¡Humanidad! Habéis recibido una exhortación procedente de vuestro Señor, remedio para los males de vuestros corazones, dirección y misericordia para los creyentes. Pero si el Enviado os da algo, aceptadlo. Y, si os prohíbe algo, absteneos. Y Temed a Dios, Dios castiga severamente» (Corán, 59:7)
Extraído del Libro:La vida del Profeta Muhammad (Sayyed Saiid Ajtar Rizvi)
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