Lo que sí es un dato certero es que la comunidad palestina en este país suramericano es muy antigua. Tiene más de 100 años y se asienta principalmente en Santiago, la capital.
Quienes salieron de palestina con rumbo a Latinoamérica, vivían en tres aldeas, en esa época predominantemente cristianas, de rito ortodoxo: Belén, Beit Jala, Beit Sahour y Beit Safafa.
La primera ola migratoria se produjo entre 1900 y 1920, y entre 1920 y 1930 se dice que fue la mayor salida de palestinos hacia Chile. Estos habitantes árabes cuentan que cuando se creó lo que ellos llaman el “ilegal Estado de Israel, sobre territorio palestino”, se produjo una salida de 700 mil personas, cerca del 70% de la población, luego de una masacre y desaparición del mapa de más de 500 aldeas.
Los primeros que llegaron se dedicaron principalmente el comercio. Se hicieron muy famosos por la venta ambulante que no se conocía esa época el Chile. Recorrían pueblo a pueblo y vendían a crédito. Pasaron de ser pequeños comerciantes a grandes industriales principalmente en los textiles. Se convirtieron en grandes empleadores y hoy han llegado a representar a la sociedad chilena en diversas áreas. Un ejemplo es que el 10% de los parlamentarios chilenos son de origen palestino.
De ese primer grupo que llegó ya supera la cuarta generación de nacidos en Chile. Los que han llegado recientemente hacen su solicitud como cualquier otro migrante y en 5 años puede tener su nacionalidad chilena.
Siguen llegando a Chile, palestinos apostando conseguir negocios o formas dignas de vida dedicándose a la ciencia, la cultura, la educación, la economía, pero principalmente a la industria.
La entrevista
¿Cómo es la relación de los palestinos que viven en Chile con Palestina? ¿Pueden viajar, tienen bienes en Palestina, hay relación con sus familiares y con su gobierno?
Sucede hoy algo muy particular en nuestra comunidad. Somos una comunidad muy amplia muy integrada, pero esa integración ha pasado por una prueba, hoy estamos pasando por un proceso de asimilación por la sociedad chilena. Somos tan chilenos como palestinos, peros se está perdiendo la identidad palestina y el vínculo con las raíces. Sin embargo hay un grupo muy grande que sigue manteniendo su identidad, costumbres tradiciones, cultura palestina. Se mantienen en contactos con sus familiares, mantienen mucha relación con palestina.
Intentamos como Federación Palestina, visitar Palestina. Realizamos varias actividades, clases de idioma árabe, el programa de becas para estudio del idioma árabe Mahmud Darwish, en honor al poeta palestino.
Otra actividad muy importante y que ha tenido mucho éxito se llama operación retorno y que busca incentivar a nuestra comunidad a que vuelva a sus tradiciones a sus raíces. Que vuelva a visitar tierra santa, que visite a sus parientes, que conozca la realidad del pueblo palestino que es una ocupación militar brutal.
Queremos hacer a nuestra comunidad parte de nuestras cotidianidades y parte del pueblo palestino.
Paralelo a eso hemos tenido algunas dificultades. Hace dos días (entre 29 y 30 de noviembre de 2016) fue deportada una chica de 17 años origen palestino a quien Israel le negó el ingreso.
Permanentemente hay chilenos de origen palestino a quienes se les prohíbe el ingreso por parte de Israel. Palestina como nación bajo ocupación, no controla sus fronteras. Para ingresar a palestina se necesita necesariamente pasar por la frontera y controles israelíes y someterse a los vejámenes y tortura psicológica que ello lleva consigo.
Eso no es un caso aislado. Ya hay muchos de ellos y hemos presentado los reclamos correspondientes a nuestra cancillería pero no hemos recibido eco de ellos. Exigimos de nuestra cancillería reciprocidad con los turistas israelíes que visitan Chile. No que tengan el mismo trato porque no es justo, pero si exigir que los chilenos que visitamos palestina tengamos un trato digno y se nos permita el ingreso.
El lunes (28 de noviembre) presentamos una querella criminal contra 3 jueces de la Corte Suprema Israelí que declaró y dio el sí para anexarse del territorio palestino, en la zona del central en Beityala, que pertenece al distrito de Belén. Gran parte de nuestra comunidad proviene de la zona de Belén, y gran parte de nuestra comunidad se ha visto afectada por esta anexión, confiscación de tierra en Beityala, que es presentada como un acto de legalidad por la Corte Suprema Israelí.
Hemos presentado dos querellas, una por la Federación Palestina de Chile y otra por diferentes personas cuyos títulos de dominios pertenecen a las tierras que se han apoderado desde el territorio israelí.
Uno siempre está recibiendo diferentes calificativos de algunos agentes de Israel en Chile. No buscan más que acallar las voces, buscan esconder la verdad que sufre el pueblo palestino. Intentan tildarnos de antisemitas solo por criticar las políticas racistas de Israel. Nosotros siempre hemos dejado claro que el mal llamado conflicto palestino israelí no es un conflicto sino que es una ocupación. Que no es un problema religioso, sino un problema político territorial. Que no es un problema contra el judaísmo sino que es un problema concretamente contra la ideología sionista que está detrás de las políticas racistas Israel.
Te pongo un ejemplo. Hemos recibido dos visitas muy importantes una de ellas, el arzobispo de Jerusalén, Atallah Hanna, que no ha dudado en denunciar el sionismo y las políticas israelíes contra la población cristiana y también contra la población musulmana de palestina, específicamente por la libertad de movimiento y con la lealtad a sus lugares sagrados. Así mismo recibimos una visita del grupo de rabinos Neturei Karta, quienes dicen abiertamente que Israel no representa los valores del pueblo judío y que sionismo y judaísmo son totalmente términos opuestos, nada tienen que ver entre sí. Lo que buscan estas voces sionistas no es más que hacernos callar, lo que no haremos por su puesto y seguiremos en la lucha por la libertad y autodeterminación del pueblo palestino.
En ningún caso. La comunidad palestina que vive en chile proviene de Belén, es una aldea cristiana, por tato no ha habido en ese aspecto un choque, cultural o religioso, porque la sociedad chilena también es una sociedad de origen cristiana. Por tanto no ha habido mayor problema.
Con la comunidad judía como organización sionista, no existen relaciones formales. Si con judíos, personas judías particulares, antisionistas si hemos tenido muy buenas relaciones, de hecho hemos trabajado en varias ocasiones juntos. Nosotros siempre hemos valorado esa voz judía no sionista que no duda en hablar abiertamente contra la ocupación israelí y contra aquellos que utilizan la región judía para hablar supuestamente en representación de ellos. Tenemos una buena relación con judíos antisionistas.
No sé si se podría hablar por parte del gobierno de Israel pero sí por parte de agentes que trabajan como agentes de Israel, principalmente organizaciones que aglutina la llamada comunidad judía. Digo la llamada comunidad judía porque utilizan el nombre pero en realidad es una comunidad sionista que trabaja intentando acallar lo que nosotros realizamos. Tienen un lobby muy fuerte en el parlamento y diferentes organismos privados y estatales. Cuando vamos a palestina sufrimos torturas sicológicas y vejámenes por parte de ese Estado que dirige la ocupación israelí. Todo palestino en cualquier parte del mundo sufre vejámenes por parte de la ocupación israelí.
Por supuesto que sí, yo creo que hay mucha gente que quisiera regresar a Palestina. El tema del retorno es un tema muy sensible para nuestra comunidad.
A pesar de ser reconocido por la Organización de Naciones Unidas, en la resolución 194 que exige el derecho al retorno a los palestino, Israel ha hecho caso omiso, se ha caracterizado durante sus 89 años de ocupación y colonización del territorio palestino en no hacer caso, a ninguna resolución de cualquier organismo internacional y no es la excepción respecto a resolución de la ONU con referencia al retorno.
Yo no puedo hablar en representación de todos los palestinos. El tema del derecho al retorno, es algo que cada palestino elegirá a su momento si desea regresar o no desea regresar pero el derecho al retorno debe ser un derecho garantizado. Cosa que no sucede hoy en día.
El Club Deportivo Palestino existe desde 1918 es decir 30 años antes desde la creación misma del Estado de Israel. Este club se crea con los palestinos que buscaban integrarse con la sociedad chilena y decidieron que la mejor forma de hacerlo fuera a través del fútbol.
Cuando los sionistas extranjeros comenzaron llegar a Palestina para colonizar decían que era una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra. Sin embargo ese mito fundacional del Estado de Israel cae mediáticamente cuando te digo que los primeros inmigrantes palestinos, 50 años antes de la creación de Israel, ya tenían identidad propia y fundan este Club Deportivo Palestino en 1918.
Existen hoy organizaciones palestinas que se dedican a diferentes labores. Está el Club Deportivo, estamos nosotros como Federación Palestina, trabajamos en el ámbito político cultural. El Club Social Palestino, que aglutina a nuestra comunidad en diferentes eventos sociales, culturales, deportivos. Está la Unión General de Estudiantes Palestinos que trabajan políticamente en las universidades, la Corporación de Damas Palestinas, la Corporación de Mujeres Palestinas, la Unión Árabe de Beneficencia y la Fundación Palestina Belén 2000. Diferentes organizaciones que trabajan cada una aportando un granito de arena a nuestra comunidad y a palestina.
Sin embargo más allá de las organizaciones que se han formado, yo creo que los palestinos han aportado enormemente al crecimiento de este país. La comunidad palestina en chile y el país han crecido de la mano. Los palestinos hoy forman parte de las diferentes áreas de nuestra sociedad, educación, cultura, arte, ciencia, política, deporte. Cuántos deportistas hay en chile de origen palestino, cuántos políticos, cuántos científicos. Somos una comunidad que hemos aportado mucho a este país y le debemos mucho a este país.
¿Cuál cree que es el mayor aporte que hace la comunidad palestina a Chile?
Primero como chilenos queremos que le vaya muy bien al país. Queremos ver a un país que crezca económicamente, con igualdad social para todos.
Como palestinos queremos que sea más duro Chile condenando la política de ocupación israelí contra los palestinos. Queremos que Chile sea un actor en la comunidad internacional, discutiendo la causa palestina y condenando la ocupación israelí. Y por qué no, también hablar de que Chile corte de una vez por todas relaciones con Israel. Nosotros lo que exigimos es no normalizar relaciones con un Estado que no se comporta acorde a las normas de la comunidad internacional, que no se comporta normal.
Por eso hablamos de no normalizar relaciones con Israel.
Por ABRAHAM ISTILLARTE
© 2005-2016 AhlulBait News Agency (Agencia de Noticias de Ahlul Bait). Todos los derechos reservados. Se autoriza la reproducción, traducción o distribución de esta noticia sin modificar el contenido y citando la fuente ABNA24 y el autor/traductor.
/112