Con 14 votos a favor y una abstención, el CSNU exigió al régimen al régimen israelí poner fin a los asentamientos ilegales. En un suceso poco predecible, EE.UU., tras haber vetado en 2011 una resolución similar, se abstuvo y permitió que el texto saliese adelante con el respaldo del resto de miembros del CSNU.
Cuatro miembros no permanentes del Consejo de Seguridad –Venezuela, Nueva Zelanda, Malasia y Senegal– volvieron a presentar la propuesta, luego de la retirada de Egipto bajo presión del régimen de Israel y del presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
La resolución considera los asentamientos como una flagrante violación de la ley internacional y un gran obstáculo para conseguir una solución de dos estados, así como una paz justa, duradera y completa.
Asimismo, el CSNU enfatizó que no reconocerá ningún cambio en las líneas trazadas en 1967, a no ser que sea acordado por las dos partes a través de negociaciones. De esta manera, condenó las medidas israelíes destinadas a alterar la composición demográfica y el estatus del territorio palestino, ocupado desde 1967.
Varios miembros del Consejo de Seguridad acogieron con beneplácito la medida y aseguraron que que se trata de una resolución equilibrada y que se limita a reiterar una postura que defiende la ONU y la totalidad de la comunidad internacional.
Sin embargo, el embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Danny Danon, admitió que ese régimen esperaba que EE.UU. vetara "esa vergonzosa resolución".
Danon expresó su esperanza de que la nueva Administración estadounidense y el próximo secretario general de la ONU, Antonio Guterres, marcarán el paso hacia una nueva era en la relación de la ONU con Israel.
Unos 570 mil colonos israelíes viven en 120 asentamientos ilegales construidos sobre los terrenos palestinos en la Ribera occidental y Jerusalén. La comunidad internacional considera "ilegales" estos asentamientos, además de denunciar las políticas expansionistas de Israel.
El representante de Malasia dijo: “Estamos en una situación excepcional que requiere acciones excepcionales, y ya es hora de confirmar que la solución de los dos estados no se mantendrá más como tinta sobre papel .
El representante de Egipto señaló que su país se vio obligado a retirar su proyecto debido a las presiones de algunos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, ya que algunos llegaron a advertirle al respecto.
Cuatro miembros no permanentes del Consejo de Seguridad –Venezuela, Nueva Zelanda, Malasia y Senegal– volvieron a presentar la propuesta, luego de la retirada de Egipto bajo presión del régimen de Israel y del presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
La resolución considera los asentamientos como una flagrante violación de la ley internacional y un gran obstáculo para conseguir una solución de dos estados, así como una paz justa, duradera y completa.
Asimismo, el CSNU enfatizó que no reconocerá ningún cambio en las líneas trazadas en 1967, a no ser que sea acordado por las dos partes a través de negociaciones. De esta manera, condenó las medidas israelíes destinadas a alterar la composición demográfica y el estatus del territorio palestino, ocupado desde 1967.
Varios miembros del Consejo de Seguridad acogieron con beneplácito la medida y aseguraron que que se trata de una resolución equilibrada y que se limita a reiterar una postura que defiende la ONU y la totalidad de la comunidad internacional.
Sin embargo, el embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Danny Danon, admitió que ese régimen esperaba que EE.UU. vetara "esa vergonzosa resolución".
Danon expresó su esperanza de que la nueva Administración estadounidense y el próximo secretario general de la ONU, Antonio Guterres, marcarán el paso hacia una nueva era en la relación de la ONU con Israel.
Unos 570 mil colonos israelíes viven en 120 asentamientos ilegales construidos sobre los terrenos palestinos en la Ribera occidental y Jerusalén. La comunidad internacional considera "ilegales" estos asentamientos, además de denunciar las políticas expansionistas de Israel.
El representante de Malasia dijo: “Estamos en una situación excepcional que requiere acciones excepcionales, y ya es hora de confirmar que la solución de los dos estados no se mantendrá más como tinta sobre papel .
El representante de Egipto señaló que su país se vio obligado a retirar su proyecto debido a las presiones de algunos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, ya que algunos llegaron a advertirle al respecto.
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