Las víctimas del atentado son en su mayoría jornaleros que esperaban para ser contratados en una plaza de Ciudad Sadr, un barrio situado en el noreste de Bagdad, capital iraquí y escenario en el pasado cercano de otros sangrientos atentados.
Según un coronel de la Policía, al menos 32 personas murieron y 61 resultaron heridas en el atentado, el segundo en 48 horas en la capital iraquí. El ataque, que por el momento no ha sido reivindicado, se ha producido el día de la visita a Bagdad del presidente francés, François Hollande.
El sábado, en la víspera de Año Nuevo, un doble atentado reivindicado por el grupo terrorista Daesh en un mercado muy concurrido del centro de la ciudad dejó 27 muertos y 53 resultaron heridas. En el mismo día también las fuerzas de seguridad de Irak frustraron otro atentado en Bagdad.
Por otro lado, se informó que al menos dos civiles murieron y otros 10 resultaron heridos este domingo en un ataque suicida contra los civiles desplazados del este de Mosul.
Según fuentes locales, el terrorista se inmoló con un chaleco explosivo en el lugar donde se encontraban las familias desplazadas, hiriendo a mujeres y niños, en su mayor parte.
Las fuerzas de seguridad evacuaron a los heridos hacia los hospitales cercanos en la ciudad norteña de Mosul, que está casi en su totalidad bajo el control del grupo terrorista Daesh.
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