Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – Se tratan del "Caso 3000", vinculado a la polémica compra de unos submarinos a Alemania, y el "4000", del que se desconocen más datos, según ha anunciado este martes la radio, citada por el Canal 10 de la televisión israelí.
Últimamente, Netanyahu y su familia han sido interrogados en varias ocasiones por su posible implicación en otros dos casos diferentes, denominados "Caso 1000" y "2000".
En el "Caso 1000", que examina las sospechas de que Netanyahu recibió ilegalmente sustanciosos regalos de empresarios a cambio de favores políticos, además del premier, fueron interrogados su esposa, Sara, y su hijo Yair.
La investigación del “Caso 2000” dispone al parecer de al menos una grabación en la que Netanyahu y el empresario Arnon Mozes, dueño del diario Yedioth Ahronoth, negocian publicidad favorable a Netanyahu a cambio de limitar la circulación de Israel Hayom, un diario competidor. Con ese trato, Mozes esperaba salvar su rotativo, muy afectado en sus ventas por la salida en 2007 de su competidor.
En cuanto a la controvertida compra estatal de tres submarinos alemanes, conocido como el “Caso 3000”, la fiscalía general israelí ordenó en noviembre de 2016 abrir una investigación sobre un presunto conflicto de intereses que salpica a Netanyahu.
El escándalo por este último caso se desveló cuando se supo que David Shimron, abogado personal de Netanyahu, es también el representante legal en la entidad sionista de la firma alemana ThyssenKrupp. El documento desveló, asimismo, el supuesto interés del premier en el contrato de compra de sumergibles.
Conforme a lo informado por el Canal 2 de la televisión israelí, la policía volverá a interrogar esta semana al primer ministro después de haberlo hecho en dos ocasiones anteriores durante el mes en curso.
Desde que asumiera el cargo de primer ministro en 2009, Netanyahu y su esposa se han enfrentado a una larga serie de escándalos por motivos como alcoholismo y comportamiento abusivo con sus empleados. También, se revelaron irregularidades financieras y gastos excesivos de fondos públicos en alimentos, suministros de limpieza y maquillaje, entre otros, en domicilios del premier de 2009 a 2013.
Todos estos escándalos han empañado aún más, si cabe, la imagen de Netanyahu en los territorios ocupados, donde los israelíes han exigido su renuncia en numerosas manifestaciones de protesta.
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