Según la Agencia Noticiosa de Ahlul Bait (P) - Creada en 1973, la DEA expone en su página web que su objetivo “es hacer cumplir las leyes y reglamentos de los Estados Unidos en materia de sustancias controladas”, pero hechos concretos demuestran de que la misma administración americana enmascara desde hace más de 50 años una falsa lucha antidrogas, propiciando así una cadena ilícita del narcotráfico internacional que va desde la misma producción industrial, la dirección y manejo de las rutas de envío en colaboración con los mismos gobiernos de turno que coloca y la posterior venta de la droga en el mercado internacional, además, de que la mayoría de los estupefacientes van dirigidos a ese país por ser altamente consumidor.
Así lo señaló el periodista Gary Webb en su investigación denominada The Dark Alliance o La Alianza Obscura, donde devela como el mismo Departamento de Estado con sus agencias como la Agencia Central de Inteligencia (Central Intelligence Agency – CIA), El Departamento de Seguridad Interior (U.S.DepartmentofHomeland Security–US. DHS), la Agencia Federal de Investigaciones ( Federal Bureau of Investigation – FBI), La Administración para el Control de Drogas ( Drug Enforcement Administration – D.E.A) y la Sección de Asuntos de Narcóticos ( Narcotics Affairs Section – NAS), están ligadas íntimamente a este gran negocio internacional junto a la Banca Internacional como principal socio.
Todo esto le ha servido a Estados Unidos para financiar las actividades subversivas de la CIA en contra de otras naciones. El Servicio de Inteligencia estadounidense (CIA) y la DEA (expulsada de Venezuela – 2005 y posteriormente de Bolivia – 2008) han actuado de la mano y como ejército de apoyo en el tráfico mundial de la droga.
Las operaciones de la CIA con el narcotráfico para la obtención de recursos se remontan a la década del 50, donde actuó en Tailandia y otros países de Asia, financiando operaciones con gran cantidad de droga, aunque el clímax de estas actividades estadounidenses se hizo evidente en los años 80, cuando con el dinero obtenido de la heroína sacada de Afganistán hacia Europa Occidental, Estados Unidos financió a la organización liderada por Osama Bin Laden (1980). Asimismo ocurrió en Centroamérica, cuando Estados Unidos, por medio de la CIA, financiaba a la contra nicaragüense (1986) con el dinero de la cocaína que sacaban de Colombia, Perú y Bolivia e introducían en su propio territorio.
Bajo la excusa de que el narcotráfico afecta su seguridad nacional, en el siglo XX Estados Unidos desplegó decenas de bases militares de nuevo tipo por Latinoamérica. La proliferación de grupos paramilitares, operaciones de contra-insurgencia, narco-Estados y aumento de la producción y el comercio ilegal de drogas son el saldo negativo de la llamada “guerra contra las drogas”, que produjo una catástrofe social, con decenas de miles de muertos.
Informes publicados por el Congreso estadounidense y documentos desclasificados confirman cómo la CIA y la DEA trabajaron con narcotraficantes y brindaron ayuda material, incluso utilizaban sus cuentas bancarias (Banco de Crédito y Comercio Internacional, BCCI) para lavar el dinero proveniente de la venta de droga, con el cual financiaban sus actividades secretas en el mundo. Debido al escándalo internacional que dejaba en vilo la posición de Estados Unidos de “luchar contra el narcotráfico” y lo verificaba como un narco-Estado. Todos los funcionarios implicados en estos casos fueron enjuiciados y sentenciados, sin embargo ninguno pagó pena y casi todos fueron reintegrados a sus labores con el gobierno de George Bush hijo.
Otro de los casos que alcanzó notoriedad pública, ocurrió en 2011, bajo la administración de Barack Obama, cuando Jesús Vicente Zambada Niebla, jefe máximo del cartel de Sinaloa (México), se estrelló con más de cuatro toneladas de cocaína, en un Jet de la CIA o proporcionado por esta Agencia y declaró posteriormente a la Corte Federal de Illinois, que estaba trabajando mano a mano y codo a codo junto al gobierno de Estados Unidos, ya que estas operaciones le permitían libremente exportar cocaína en operaciones encubiertas con el FBI, US. DHS, la DEA y la misma CIA.
Hace 11 años Venezuela puso fin a convenio con la DEA
“La DEA no es absolutamente necesaria para la lucha en contra del tráfico de drogas”, de esta manera el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, puso fin al convenio que mantenía Venezuela con la oficina de Administración Federal de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el 7 de agosto de 2005, haciéndose efectiva esta decisión al día siguiente.
En ese entonces, el Estado venezolano argumentó que esta acción fue en defensa de la soberanía venezolana, pues según indicó el Presidente Chávez, la DEA apoyaba el narcotráfico en Venezuela y hacía inteligencia contra su Gobierno.
“La DEA se creó no para combatir el narcotráfico, sino para canalizarlo. ¿Por qué?, porque hay millones de consumidores y el 90% de los billetes que circulan en los Estados Unidos provienen del narcotráfico”, expresó.
Además, el Ejecutivo comprobó que había infiltración de agentes de ese organismo en asuntos internos y que ni aún las autoridades nacionales tenían acceso a los resultados de operaciones coordinadas por la DEA en el país.
Evo Morales expulsó a la DEA por “conspiradora”
El 1° de noviembre de 2008 el presidente Evo Morales suspendió todas las actividades en Bolivia de la DEA acusándola de haber promovido un “golpe civil” de derecha en septiembre de ese mismo año.
“A partir de hoy día se suspende de manera indefinida cualquier actividad de la DEA norteamericana”, afirmó el gobernante en el poblado cocalero de Chimoré, en el centro del país.
“Tenemos la obligación de defender la dignidad y soberanía del pueblo boliviano”, afirmó el mandatario desde el aeropuerto de Chimoré, donde opera un cuartel antidrogas que fue financiado por EEUU en la década del 90, sin precisar si luego ordenará la expulsión de la DEA.
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