Según algunos informes, la policía nigeriana ha utilizado balas de goma para dispersar a los manifestantes que exigen la liberación del Sheij Ibrahim Al-Zakzaky, líder del Movimiento Islámico de Nigeria (también conocido por las siglas en inglés IMN).
Los medios de comunicación locales en el estado de Kaduna dijeron que durante una protesta pacífica celebrada el pasado martes para exigir la liberación del Sheij Al-Zakzaky se volvió violenta después de que la policía y sus cómplices dispararan balas de goma en contra de los manifestantes.
La protesta se produjo cuando personas del norte de Nigeria, lugar donde se centra el IMN, fueron notificados con una orden judicial por continuar celebrando marchas para exigir la liberación del Sheij Al-Zakzaky.
Informes dijeron que cientos de miles de simpatizantes de Movimiento Islámico de Nigeria asistieron a manifestaciones pacíficas en las ciudades de Katsina, Bauchi, Gombe, Minna y otros lugares el pasado martes para exigir la liberación inmediata del Sheij Ibrahim Al-Zakzaky.
Testigos dijeron que un grupo de "matones" estaban ayudando a la policía en la represión contra los manifestantes en la ciudad de Kaduna. También dijeron que la gente marchaba pacíficamente desde una carretera, pero agentes de la policía y sus cómplices dispararon contra ellos cuando llegaron a Bakinruwa. Una mujer resultó herida y fue trasladada al hospital. Los organizadores de la protesta decidieron poner fin a la manifestación para evitar más víctimas, agregaron los testigos.
Esta foto fue captada el 11 de agosto de 2016 en la ciudad nigeriana de Kano y muestra a algunos manifestantes del Movimiento Islámico de Nigeria (IMN) exigiendo al gobierno la liberación de su líder, el Sheij Ibrahim Al-Zakzaky y a su esposa Zinat.
Miembros del IMN dicen que la policía ha reclutado a más criminales en los últimos meses para atacar a los simpatizantes de IMN. Dicen que el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía en Kaduna no es aceptable, ya que algunos funcionarios de seguridad nacional de otras ciudades permitieron que las protestas por la liberación del Sheij Al-Zakzaky continuaran sin ningún problema.
El Sheij Ibrahim Al-Zakzaky, que lidera el Movimiento Islámico de Nigeria, fue arrestado hace más de un año durante las incursiones del ejército nigeriano en una reunión pacíficas mantenida con miembros del IMN en la ciudad norteña de Zaria.
Grupos de derechos humanos han criticado ferozmente al gobierno en Abuya por la represión contra los seguidores del Sheij Al-Zakzaky. Dicen que casi 350 miembros del IMN han sido martirizados en este ataque orquestado por el ejército en la reunión mantenida con shiítas nacionales en la residencia del Sheij hace más de un año.
Human Rights Watch hizo un llamado a Nigeria a finales del año pasado para poner fin a la represión contra los partidarios del Movimiento Islámico de Nigeria, y que fuese liberado inmediatamente de prisión el Sheij Al-Zakzaky.
Amnistía Internacional también emitió una declaración en enero de este año e instó al gobierno a cumplir con el fallo judicial que pide el fin de la detención "ilegal" del Sheij Al-Zakzaky.
A finales del año pasado fueron notificados los partidarios del Sheij Al-Zakzaky que él sería liberado en un plazo de 40 días, plazo que expiró en enero cuando el gobierno ignoró los llamados para poner fin a la prisión ilegal del clérigo nigeriano.
"La comunidad internacional no muestra una respuesta adecuada a este asunto."
Arzu Merali, una analista política de Londres, dijo que algunos gobiernos tienen intereses financieros y geopolíticos en Nigeria y que los ha obligado a permanecer en silencio frente a la represión de Abuya contra los movimientos de justicia y DD.HH.
"En última instancia estos crímenes no son apropiadamente perseguidos por la comunidad internacional debido a sus intereses varios (de algunos gobiernos con Nigeria)", dijo Merali a PressTV el pasado día martes.
Al comentar sobre la violencia excesiva usada por la policía y las fuerzas de seguridad para disipar los manifestantes en Kaduna, la señora Merali dijo que la violencia deja en evidencia que el gobierno nigeriano y sus militares se han envalentonado mientras los gobiernos occidentales guardan silencio sobre la represión.
"Esto porque no ha habido una respuesta adecuada de la comunidad internacional, ya que, por supuesto va a alterar a los servicios de seguridad para tomar medidas aún más violentas", ha dicho la analista británica.
Traducido por ABNA24 redacción española
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