La virilidad (Ar-Ruyulah) no es imprudente y áspera en dogmatismo, ni es la debilidad de la caballerosidad. Es caballeroso pensar más que solo en ti mismo y ser amable y generoso. Ser varonil también es asumir la responsabilidad por sí mismo, su familia, incluyendo a sus hermanas y la seguridad de los más vulnerables entre nosotros, que incluye hermanas que llevan hiyab.
La virilidad es tener ghairah, un tipo de protección contra la falta de respeto, hacia el Islam y hacia nuestras mujeres, incluso si algunos malinterpretan esto como "masculinidad tóxica".
La virilidad es tener coraje (Ash-Shaya'ah). El coraje es luchar contra los miedos de uno para defender lo que es correcto, incluso cuando es impopular o cuando se es superado en número. El coraje no es una rabia irresponsable; El coraje se muestra dentro de los límites de lo que es lícito. Sin embargo, no defender lo que uno afirma creer, estar paralizado para defenderse a si mismo y sus intereses y tener miedo de sacrificarse es cobardía (al-Yubn), que es una enfermedad espiritual.
La virilidad es el Profeta (Bpd) cuando él continuó llamando a Quraish hacia el Islam en La Meca incluso a pesar de que el número de musulmanes era pequeño y fueron boicoteados. El no se disculpó al afirmar cuales eran las creencias y la moral del Islam incluso cuando estas eran impopulares.
La virilidad es 'Alí (as) cuando se acostó en la cama del Profeta arriesgando su vida para que el Profeta pudiera huir de La Meca. 'Alí tenía agallas.
Hay una diferencia entre dhukur (machos) y riyal (hombres). Los hombres ponen las cosas en su lugar apropiado y dan a las situaciones su debida atención. Hoy los varones no pueden hacer eso incluso si han alcanzado la pubertad, tienen barba y se han graduado la universidad. Un hermano que es musulmán árabe-estadounidense acaba de compartir conmigo hoy que está preocupado de que sus hijas adolescentes puedan casarse en los próximos años debido a cómo son los hombres hoy en día. Eso es muy triste.
Necesitamos volver a comprometernos con la virilidad y la caballerosidad, incluso si no es popular entre algunos de nosotros o en la sociedad en general. Necesitamos tarbiyyah, una educación completa construida en ar-Ruyulah y al-Futuwwa. Necesitamos educar a los chicos para que sean hombres con adab adecuados, gestos, sean amables y entrenarlos para que sean valientes y se defiendan a sí mismos y a su comunidad. Necesitamos entrenarlos en artes marciales, esgrima, equitación, etc... Tenemos que exponer a los chicos a algunas duras realidades y endurecerlos.
Jalil Sahurie