Según la Agencia Noticiosa de Ahlul Bait (ABNA) - La barbarie criminal y represiva del régimen autocrático de Arabia Saudí no merece condena alguna por parte de ningún gobierno occidental. Intereses económicos y políticos priman sobre los derechos humanos y las libertades políticas.
Amnistía Internacional ha condenado la decisión del Tribunal Supremo de la monarquía wahabí de decapitar a 14 hombres, incluido un estudiante de una universidad estadounidense.
Este lunes Amnistía Internacional informó sobre la decisión del Tribunal Supremo de Arabia Saudí de ejecutar a 14 manifestantes por participar en las protestas contra el régimen en años 2011 y 2012. Entre los hombres condenados hay un estudiante de una universidad de Michigan (EE.UU.), Muytaba al-Suweyket.
Las protestas formaron parte de la Primavera Árabe y, de acuerdo con Amnistía Internacional, los hombres fueron acusados en julio de 2016 de “rebelión armada contra mandatario”, “incitación del caos”, “uso de cóctel Molotov” y “disparo al personal de seguridad”.
Amnistía Internacional ha condenado el dictamen judicial. “Al confirmar estas condenas, las autoridades saudíes han demostrado su despiadado compromiso con el uso de la pena de muerte como arma para aplastar la disidencia y neutralizar a los opositores políticos”, afirmó Samah Hadid, directora de Campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional.
“Lo único que se interpone entre ellos y su ejecución es la firma del rey Salman. Debe anular de inmediato estas sentencias de muerte, resultantes de un simulacro de juicio que infringe abiertamente las normas internacionales sobre juicios justos”, añadió.
Según datos de Amnistía Internacional, al menos 66 personas han sido ejecutadas en Arabia Saudí desde principios de 2017, incluidas 26 solo en las últimas tres semanas.
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