En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso
Doy gracias a Dios el Exaltado por hacer que el gran pueblo de Irán se enorgullezca durante otra prueba política y social notable y por convertir su auspiciosa presencia -en uno de los movimientos nacionales más fundamentales- en un paso elevado hacia la protección de la dignidad y la seguridad del país y la magnificencia de la santa República Islámica.
Las entusiasmadas elecciones, la larga fila de votantes en todo el país, la alta participación de los participantes en la elección de Presidente y los abrumadores votos que obtuvo el Presidente electo son señales claras del éxito del gobierno islámico en el fortalecimiento y el establecimiento de la República Islámica y la característica popular de este gobierno revolucionario. Es una de las capacidades más importantes y fundamentales de nuestro querido país islámico -una de sus innumerables capacidades- que hace posible el logro de los elevados ideales revolucionarios, un presagio de un futuro brillante para el país y para la nación.
Con la guía y las bendiciones de Dios, a la sombra del Gran Imam de la Época (que nuestras almas sean sacrificadas por él), atención y benevolencia; y siguiendo la conducción del pueblo de Irán, por la presente ratifico sus votos, nombrando al honorable erudito Huyyatul-Islam Dr. Hassan Rouhani como Presidente de la República Islámica de Irán. Considero esta ocasión como una buena señal, porque coincide con los días que llevaron al aniversario del nacimiento de Abi al-Hassan ar-Ridha (miles de saludos y elogios sean para él).
Rezo por su éxito; Además, recomiendo encarecidamente que use esta posición sensible como una herramienta para obtener la satisfacción divina y como una provisión para el tiempo que se reúna con Dios. Debe concentrar sus esfuerzos en administrar justicia, abogar por las clases desfavorecidas, hacer cumplir las normas del Islam original, fortalecer la unidad y la dignidad nacional, atender a las capacidades y habilidades masivas del país y ser francos en destacar los valores y principios de la Revolución Islámica. Él debe confiar en que el valeroso y valiente pueblo de Irán no dejará a los siervos del país solos, en momentos de dificultad o al enfrentar la agresión y la codicia de la arrogancia.
Una vez más, considero necesario subrayar la importancia de aplicar la economía de la resistencia, prestando especial atención a la cuestión del empleo y la producción nacional. Quiero reiterar que el voto de la gente y su "respaldo" depende de preservar y observar el compromiso de uno con el camino recto del Islam y la Revolución.
Por último, quisiera conmemorar a nuestro querido difunto Imam, envío mis saludos a su alma inmaculada y a las almas de los mártires en este camino.
Saludos sean sobre los siervos justos de Dios.
Sayyid Ali Jamenei
03 de agosto de 2017
Traducido del farsi por Jalil Sahurie
TEXTO ORIGINAL
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