Según la Agencia Noticiosa de Ahlul Bait (ABNA) - Su declaración se produce después de que el díscolo clérigo nacionalista visitó Arabia Saudí el fin de semana por primera vez en una década, donde se reunió con el príncipe heredero Mohammed bin Salman en Yeddah para discutir las relaciones bilaterales entre los dos países.
El PMU patrocinado por el estado iraquí, compuesto por unas 40 milicias predominantemente shiítas, está en la vanguardia de la contraofensiva contra el autoproclamado DAESH y fue reunido a pedido del Gran Ayatolá de Irak Ali al-Sistani en el verano de 2014.
A pesar de que los funcionarios iraquíes están en contacto con los representantes de los paramilitares y cuenta con el apoyo del grupo del primer ministro Haider al-Abadi, la PMU es una entidad separada de las fuerzas armadas iraquíes.
Al-Sadr originalmente pidió una manifestación para protestar contra el actual sistema electoral iraquí antes de las elecciones de 2018, llamando la atención sobre la preparación de una nueva ley para el parlamento que supuestamente favorecería a partidos políticos más grandes.
Varios analistas interpretan este movimiento como directo resultado de los acuerdos a los que habría llegado con el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman a fin de debilitar a los empoderados shiítas en el escenario post Daesh en Iraq. Otros van aún más allá y le acusan directamente de fomentar la fitnah o división entre diferentes facciones a fin de lograr un abierta guerra civil shiíta en el país.
Cabe destacar que aunque desciende de una familia de eruditos religiosos shiítas, Sadr no es un teólogo ilustrado y no tiene un alto entrenamiento que le permita convertirse en un Ayatolá o siquiera en un gran líder algún día.
Jalil Sahurie
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