Según la Agencia Noticiosa de Ahlul Bait (ABNA) - Un estudio preparado por la organización SALAM para la Democracia y los Derechos Humanos, en cooperación con el Foro de Bahréin para los Derechos Humanos, demuestra que Bahréin ocupa el primer lugar en el mundo árabe en cuanto al número de prisioneros políticos.
Unas cuatro mil personas son prisioneras. Lo que significa: trescientos uno por cada cien mil habitantantes.
El estudio también señala que entre los presos hay más de novecientos niños y mujeres que son sometidos a diversos tipos de tortura.
Según el estudio, Bahréin es un escenario grave del deterioro de la situación de los derechos humanos, especialmente después del cierre del espacio democrático, y el desenfreno en el campo de la seguridad al tratar con el movimiento de las protestas pacíficas.
Según las estadísticas documentadas, se han registrado más de diez mil casos en el que los ciudadanos bahreiníes han sido sometidos a detención arbitraria desde el 2011, incluidas más de cuatro mil víctimas de torturas y malos tratos.
Novecientos sesenta y ocho niños fueron detenidos arbitrariamente además de trescientas treinta mujeres, y se registraron más de cuatrocientos casos de retiro de ciudadanía y más de cuatro mil novecientos noventa y siete heridos debido a la represión contra las concentraciones pacíficas desde 2011.
El deterioro de las condiciones carcelarias en Bahréin es la otra cara de la detención arbitraria. Los presos se encuentran recluidos en instituciones de reforma que no cumplen las normas mínimas para el trato de los reclusos, proporcionando esto un ambiente propicio para la tortura y los malos tratos con el propósito de extraer confesiones por un lado, y por el otro lado esto se convierte enun instrumento de represalia contra los opositores,utilizando veintiún medio de tortura y malos tratos a los que son sometidos los presos.
El informe describe además, los métodos de tortura contra los presos, como lo son las descargas eléctricas, agresiones sexuales, acoso, privación de sueño, privación de alimentos y bebidas, así como impedirles poder cumplir sus necesidades e impedir que se bañen.
Además se les niega el tratamiento y atención médica.
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