Bienestar o equilibrio son las palabras que encontramos para decir que hay una estabilidad entre cuerpo y alma. Hay diversos estudios que asocian los problemas corporales con los problemas espirituales y se han desarrollado terapias y disciplinas capaces de ayudar a las personas con dolencias de este tipo.
Malas señales desde tu alma
Aunque no lo creas, el cuerpo humano tiene la propiedad de reproducir o reflejar los problemas de nuestra alma de una manera muy específica. Quienes han estudiado estos casos, aseguran que hay una simple unión entre los problemas espirituales que tenemos con las diversas dolencias que tenemos en nuestro cuerpo. Hoy te presentamos 11 señales que te indican que algo no va bien con tu alma o con tu equilibrio emocional y que es hora de cambiar:
Dolor en el cuello:
En esta zona se acumulan los pensamientos más pesados. Allí se acumulan los rencores y la inconformidad ante las cosas. Igualmente, nos duele cuando no podemos perdonar, ya sea a nosotros mismos o a los demás.
Dolor de espalda:
Este tipo de dolor puede ser en la parte superior o inferior de la espalda. En la parte superior puede deberse a la sensación de soledad, y en la parte inferior, por la preocupación por el dinero o por el estrés.
Presión en los hombros:
Este tipo de dolencia nos indica muchísima presión (demasiado peso sobre nuestros hombros) o demasiada carga emocional.
Dolor de cabeza:
La cabeza nos duele cuando hay un gran problema por resolver o por encontrarnos ante demasiados obstáculos en la vida.
Dolor en las rodillas:
Las rodillas duelen cuando sientes una gran carga sobre tu ego o sobre tu persona. Necesitas demostrar que eres mejor de lo que demuestras ser.
Dolor en los tobillos:
Quienes se sienten atrapados en su realidad y sin poder cumplir sus sueños, son quienes se ven aquejados por este tipo de dolor.
Dolor en las pantorrillas:
Este tipo de dolor puede deberse a sobrecarga emocional de la que es difícil alejarse.
Dolor en los codos:
Este dolor tan particular se debe al poco aprecio a otros puntos de vista y se puede ver en personas testarudas.
Dolor muscular:
Se genera por el estrés y por un estado de cansancio mental debido a las exigencias superiores a las normales.
Dolor en las manos:
Las articulaciones de manos y muñeca se afectan cuando sientes que tus amigos no están para apoyarte o se han alejado.
Dolor en la cintura:
Pueden ser causadas por dos cosas: preocupación por el dinero o por aferrarte a la comodidad. Estos dolores se pueden llegar a generar por trabajar demás o por aferrarse a las cosas que te generan seguridad.
En el día a día tan ajetreado que nos corresponde vivir, es importante tomar las emociones como parte importante de nuestra vida. Es bueno serenarse, pensar en descansar y hablar de aquello que nos duele, nos entristece o que simplemente nos genera disconformidad. También es fundamental encontrar apoyo en nuestros familiares y amigos, pues ellos pueden ayudarnos en la sobrecarga emocional y alimentarnos el alma de cosas positivas.
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