Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – La policía austriaca ha abierto una investigación para aclarar el suicidio de un refugiado afgano de 11 años que vivía en un alberge en el centro de Baden, cerca de Viena, y que tenía bajo su cargo a seis hermanos y hermanas.
Según la radio pública Ö1, el pequeño tuvo que hacer de intérprete y se encargó de llevar a cabo todas las gestiones administrativas para el resto de su familia, a pesar de que las autoridades adjudicaron la responsabilidad a su hermano mayor, de 23 años, que fue incapaz de hacerlo sobrepasado por las circusntancias.
Según Ö1, la situación de esta familia había sido objeto de varios informes anteriormente. La administración local, sin embargo, aseguró no haber notado "ninguna anomalía". El defensor de los derechos Günther Kräuter ha anunciado también este viernes que investigará el caso. Hace unos meses, Kräuter intervenido en el caso de un afgano de 18 años a quien las autoridades de Baden entregaron en custodia a sus dos hemanas enfermas de cáncer.
Falta de protección
Austria, un país de 8,7 millones de habitantes, ha recibido más de 130.000 solicitudes de asilo desde principios de 2015, convirtiéndose en uno de los principales destinos de Europa, en relación a su población.
Como ocurre con otras organizaciones humanitarias, Unicef denuncia regularmente "la falta de medidas de protección para los niños migrantes en Europa", destacando que "la UE y los Estados miembros están haciendo demasiado poco para tener en cuenta las necesidades y los problemas" de esta población que ha llegada a Europa huyendo de la guerra y del hambre.
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