El Líder Supremo de la Revolución Islámica iraní, Ali Jamenei, expresó que Estados Unidos está trabajando para desestabilizar la seguridad en todo lugar que entre y causar dolor a los pueblos. Agregó que su presencia en Asia occidental debe ser eliminada de la región.
Durante su visita a una exposición de productos nacionales y ante los empresarios y fabricantes iraníes, el Ayatola Jamenei declaró:
"Los estadounidenses están tratando de provocar a Arabia Saudita, entre otros países de la región del oeste de Asia, contra Irán. Su objetivo es crear más crisis en la región y no enfrentar el costo de una confrontación con la República Islámica”.
Asimismo, advirtió que EE.UU. está intentando desatar una guerra entre los musulmanes. "Estados Unidos busca empujar a los musulmanes a luchar contra los propios musulmanes”, dijo.
También alertó a Riad y otros Estados de la región de que no se dejen engañar por Washington, pues “de enfrentarse a Irán, serán derrotados”, afirmó.
“Los estadounidenses son los que deberían dejar el oeste de Asia y como dije hace años se acabó el tiempo de atacarnos y huir”, dijo el líder iraní al denunciar la inseguridad y la guerra provocadas en el Medio Oriente por la presencia de EE.UU.
En otro momento de sus declaraciones, hizo referencia a la “guerra económica y cultural” desatada por EE.UU. contra Irán, y denunció que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos se ha convertido en una “sala de guerra” contra el país persa.
A su juicio, la “única vía” para hacer frente a la guerra económica es “confiar en las capacidades nacionales y no depender de los extranjeros”, pero sin cortar relaciones con el mundo, subrayó.
“El mundo no se resume en EE.UU. y Europa”, dijo, para luego hacer énfasis en la necesidad de extender los lazos con distintos países en el mundo.
Las declaraciones del ayatollah Jamenei se realizan un día después de que el nuevo secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, manifestara en Riad la profunda preocupación de EE.UU. por lo que llamó las “actividades desestabilizadoras y malignas” de Irán en el Medio Oriente.
En reacción a la referida retórica antiiraní de Pompeo, la Cancillería de Irán consideró a la alianza estadounidense-saudita como un intento para incitar a la guerra, propagar el extremismo e impulsar la carrera armamentística en la región del oeste de Asia.
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